El exatacante samario, que convirtió 204 goles en su carrera como profesional, vive en su tierra natal y sigue ligado al fútbol.
De los 204 goles que marcó en su carrera como futbolista hay uno que recuerda a la perfección y que jamás olvidará. Su principal virtud como atacante estaba en su cabeza, en el área era letal y se zambullía en busca de la pelota. Eduardo Emilio Vilarete, uno de los mejores cabeceadores que ha tenido Colombia, evoca su época de jugador activo con claridad.
Vilarete, nacido en Santa Marta, debutó con la Selección Colombia el 15 de octubre de 1976. Convirtió siete tantos con el uniforme zapote que en ese entonces lucía el equipo. Pero no duda al decir que el que no olvida fue el que le anotó a Brasil en Bogotá.
Eduardo, además de marcarle un gol a Brasil, también protagonizó un hecho ante la Canarinha por el que es recordado. En pleno estadio Maracaná, Eduardo Emilio se sentó en el balón después de que Marinho le anotara el cuarto gol a Colombia. El samario analiza el hecho como algo normal, que dice haber hecho inconscientemente.
A propósito del duelo que sostendrá la Selección Colombia el próximo martes ante Brasil por las eliminatorias con rumbo al Mundial de Rusia 2018, Vilarete recordó cómo eran los duelos de su época.
¿Qué hay de la vida de Eduardo Emilio Vilarete?
Estoy trabajando con Indeportes Magdalena y con los niños de los distintos municipios.
¿Cuál es momento de su carrera que siempre recuerda?
Indiscutiblemente los dos títulos que conseguí con Atlético Nacional. Ser campeón es lo más importante que le puede pasar a un jugador. También recuerdo mucho las convocatorias a la Selección Colombia.
¿Cómo era la época en la que usted estuvo en la Selección?
Épocas en las que había equipos más fuertes que nosotros, por ejemplo Brasil, Argentina. Por eso no podíamos clasificar. Nosotros hacíamos todo lo posible por clasificar al Mundial, teníamos un buen equipo y técnico. En ese tiempo estaba Retat, Bolaño, Zape, Toto Rubio, Escobar, Alfredo Arango: un equipazo.
¿Cuál es el gol y el partido que más recuerda con la Selección?
Cuando le hice el gol a Brasil en Bogotá. Fue un gol de cabeza, que hice de espaldas al arco, le pegué con la coronilla. Ese gol lo recuerdo mucho. En mi mente también está un gol que marqué de palomita con Millonarios.
A propósito de Brasil a usted lo recuerdan mucho por que se sentó en el balón en el estadio Maracaná en un partido ante ese equipo. ¿Por qué lo hizo?
Fue una jugada en la que Marinho le hizo el gol a Jerónimo López. Era el cuarto gol que nos metía Brasil, íbamos 4-0. La pelota quedó en la mitad de la cancha y Marinho cantaba y cantaba su gol y yo espera y espera, vi la pelota ahí y me senté en ella. Yo le dije a Cáceres: que se demoré ese tipo todo lo que quería porque si nos van a llenar la canasta. Eso fue Mundial.
¿Qué le dicen por esa sentada en el balón?
Nada, en Colombia le prestan más atención a una sentada en el balón en el Maracaná que a una bomba que deje 50 muertos. Eso quedó en el recuerdo.
¿Cómo eran los duelos ante Brasil en su época?
Eran partidos donde dejábamos todo, pero no nos alcanzaba. Figúrese, en ese Brasil estaba Zico, Sócrates, Leao, Rivelino, Marinho, campeones del mundo. No era cualquier equipo.
¿Qué significó para usted enfrentar a todos esos grandes jugadores de Brasil?
Eso fue lo máximo, al igual que estar en la Selección Colombia. En ese tiempo eran pocos los que llegaban a la Selección.
¿Qué clase de delantero era usted?
Era un nueve de área. Iba bien arriba, la mayoría de mis goles fueron de cabeza, jugábamos con dos punteros y aprovechaba mucho los centros que me ponían. Yo era un goleador nato, aprovechaba mi estatura y 70% de mis goles fueron de cabeza.
¿El cabezazo como lo fortalecía?
En Millonarios en 1973, cuando estaba con Gabriel Ochoa Uribe. Ensayaba de todas las forma posibles con parietal derecho, con el izquierdo, de frente y ahí se fortaleció mi cabezazo. El entrenamiento que hacía me hizo que fuese uno de los mejores cabeceadores de Colombia.
¿Por qué nunca jugó en el Junior?
En 1975 hablé con Fuad Char en Santa Marta para ir al Junior, pero el Atlético Bucaramanga no me prestó. Yo iba para el Junior en 1975, pero no prestaron mi pase. En mi tiempo lo vendían a uno como si uno fuera un bulto de papa, no teníamos derecho a nada. Yo quería jugar en Junior, pero si el Bucaramanga no me prestaba, no podía ir.
¿Se quedó con las ganas de jugar en el Junior?
Por supuesto, con muchas ganas porque yo le dije a Fuad Char que quería jugar en el Junior.
¿Cómo fue la época en la que lo dirigió Zubeldía?
Zubeldía es uno de los mejores técnico que he tenido. El hombre llegó a Nacional con una buena filosofía de fútbol y por eso éramos una maquinita para hacer goles. Él quería al jugador, era como un padre para nosotros por eso le caminábamos. Él peleaba por el jugador. No era un técnico mañoso, ese era Bilardo. Sabía mucho de fútbol.
¿Cuál es la anécdota que más recuerda con Zubeldía?
Una vez yo llegué tarde y Retat le dijo que yo estaba llegando tarde y Zubeldía le contestó: “Déjalo, el domingo centra Castañeda, entra Vilarete y ganamos todos.
¿Por qué Zubeldía lo apodó el Loco?
Porque yo lo molestaba mucho. Yo ponía música, cantaba, nos íbamos para el partido y me llevaba una grabadora y animaba a los muchachos y como eso en Argentina no se veía. Él le dijo a Bilardo ahí te mando a este loco bueno a la Selección.
¿Qué fue lo que más le aprendió a Zubeldía?
La sencillez de ese viejo y el modo de trabajar. Es un técnico que enseña.
¿Su mejor época fue en Nacional?
Sí, porque fue el que me dio las dos estrellas. Fui subcampeón con el Deportivo Quito, en 1985, pero lo vivido en Nacional fue único.
¿Cómo eran los duelos ante el Junior?
El Patón Bauza y Dulio Miranda corrían detrás de mí, eran choques fuertes. No podía entrar al área porque me cogía uno o el otro. Los clásicos Junior vs. Unión Magdalena eran a muerte. Una vez en Santa Marta, me estaba marcando Dulio y Bauza. Édgar Perea decía ojo con el loco y la loca por la brisa. Teglia centró y me metí al primer palo y les hice gol. Faltando un minuto ganamos.
¿Por qué cree que el Unión Magdalena no ha regresado a la primera división?
El Unión Magdalena tiene muchos problemas. Anteriormente habíamos siete u ocho jugadores samarios en el equipo y todos corríamos y luchábamos la camiseta. La parte administrativa también se ha quedado.
¿Qué opinión tiene de la actual Selección Colombia?
Es una Selección bien escogida, con jugadores que están pasando por un gran momento. Yo no tengo duda, para mí esta Selección va a clasificar al Mundial de Rusia.
¿Cómo jugarle a Brasil en su casa?
Colombia siempre le juega bien a Brasil. Lo que pasa es que allá en su casa es difícil, pero cuando juegan en otro lado siempre les hacemos buenos partidos.
FUENTE: EL HERALDO