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sábado, 18 de junio de 2016

El samario que lucha por la cura del cáncer


Nació en la Perla del Caribe colombiano pero se siente tan barranquillero como samario. Estudió Medicina en la Universidad del Norte y se especializó en Oncología. Él es William Baquero, un constante investigador y luchador de la prevención del cáncer de riñón.

“Siempre me gustó la Oncología porque estuve ligado con el caso. Tengo allegados y familiares que han muerto de cáncer entonces fue una meta personal que me puse. Era un compromiso para mí el poder ayudar a mi comunidad, a mi gente y siempre me gustó desde el principio esa patología. Desarrollé el gusto conforme pasaba el tiempo en la universidad”, afirma William, médico cirujano nacido en Santa Marta.

Para llegar a ser el especialista en Radioterapia oncológica que es hoy, William recorrió un largo camino, estudiando y viviendo en diferentes lugares del mundo para conocer más del mundo cancerígeno.

Al graduarse del colegio, decidió viajar a Bélgica durante un año, país en el que aprendió francés e inglés, pero en 1999 volvió a su país para comenzar a estudiar lo que le apasionaba: Medicina. Dedicó seis años de su vida a estudiar en la Universidad del Norte y al recibir su diploma como médico y cirujano de esa institución, William realizó el año rural en el departamento del Magdalena, sirviéndole al pueblo donde nació.

“En enero del 2007 me vinculé a la gobernación del Magdalena para trabajar en un programa de atención al barrio, basado en brigadas de salud por todo el departamento. Pude aportar atención médica y medicación a los pacientes, una labor muy gratificante y, a la vez, con mucho esfuerzo y tristeza de ver la pobreza y condiciones en que vive nuestra gente”, recuerda.

Luego de ese año, el samario siguió ganando experiencia en su campo y trabajó como médico general en la clínica Saludcoop y la clínica de la Policía de Santa Marta hasta febrero del 2009, año en que decidió especializarse.

La oncología fue la rama de la medicina que terminó escogiendo y la que lo llevó a decidir especializarse en Radio oncología en Buenos Aires, Argentina, ese mismo año. A las cuatro años de sus estudios, presentó su trabajo de tesis basado en Radioterapia posoperatoria, proyecto que fue escogido para mostrar en el congreso anual de la Asociación Americana de Radioterapia Oncológica en Estados Unidos ese mismo año, convirtiéndose en el más visto entre 3.000 trabajos.

“Estudiamos pacientes con cáncer de riñón que se operaron, y que tienen un alto riesgo de recaer o hacer metástasis, y les practicamos un tratamiento de radioterapia después de la cirugía. La sorpresa fue que estos vivieron mucho más tiempo con respecto a los que no procedieron con la radioterapia. Tuvieron menos metástasis, es decir, menos diseminación de la enfermedad, y recayeron menos”, afirma Baquero. “Se demostró en teoría que la radioterapia disminuye el efecto de que la enfermedad progrese. Por eso causó un gran revuelo en el congreso y dentro de 3.000 trabajos, el de nosotros fue el más visto. Eso nos motivó a hacer más investigaciones al respecto”.

Después de graduarse de la especialización y recibir reacciones positivas del proyecto en Estados Unidos, William emprendió un nuevo viaje en 2014. Chile fue su destino, en donde realizó una pasantía en la clínica Alemana, aprendiendo más del tema; conocimientos que comenzó a poner en práctica al volver a su tierra. “Cuando volví de entrenarme en Técnicas de radioterapia, no dudé en quedarme en la costa. Fue como si Dios me hubiera mandado a estudiar algo y me pidiera ser recíproco con mi gente”, afirma el médico que se ha dedicado a investigar sobre la prevención del cáncer de riñón en el Caribe colombiano.

“Actualmente me encuentro trabajando en diferentes clínicas de la ciudad de Barranquilla y Santa Marta como médico especialista en Radioterapia Oncológica, participando en diferentes proyectos asistenciales e iniciando un programa de investigación con diferentes colegas de la oncología”, cuenta.

Pero su misión no es solo investigar sobre la prevención del cáncer de riñón. William cree que es necesario demostrarles a los colombianos, especialmente a los costeños, que se puede confiar en la medicina local y busca devolverles la confianza a aquellas personas que dudan de su eficiencia. “Son muchas cosas en las que hay que innovar en la costa y en las que hay que trabajar. Mi objetivo es devolverle la confianza a todos los costeños que prefieren irse al interior del país, o el exterior, porque no creen en sus médicos”.

Además de esto, él espera poder incentivar educación a los colombianos frente a los cuidados de salud que se deben tener, ya que en el país -asegura- hay prevalencia en el cáncer de mama, de próstata y gástrico. “En la costa Caribe hay muchas cosas positivas pero falta mucha prevención también con respecto a los factores de riesgo y al cáncer en sí. Una de las patologías más frecuentes que vemos es el cáncer de cuello uterino o cáncer cervical, y la mayoría de las pacientes no tienen la concientización de la citología, por ejemplo. Entonces cuando llegan con una enfermedad, estas se encuentran en estados muy avanzados, por eso los resultados disminuyen”.

Eso no le ha impedido a William seguir en sus proyectos. Recientemente actualizó su trabajo con nuevos estudios para presentarlo en el congreso de la Asociación Americana de Radioterapia Oncológica de este año, que se llevará a cabo en la ciudad de Boston; él espera seguir buscando la cura del cáncer, porque “entre más temprano se descubra o diagnostique una enfermedad va a ser más fácil tratarlo y llevarlo a la curación”. 

Como él mismo dice, “el cáncer no es sinónimo de que la persona se va a morir. Si a la persona se le descubre tempranamente se puede curar. Ese es el objetivo con mi proyecto y eso es lo que quiero lograr”.

Fuente: El Heraldo

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