Para el nuevo aeropuerto Simón Bolívar de Santa Marta, que se construye con los primeros parqueaderos subterráneos que funcionarán en la capital samaria, se trabaja otro proyecto de alta ingeniería, que dejaría a este aeródromo con pista para vuelos internacionales.
El director de la Aeronáutica Civil, Gustavo Alberto Lenis, informó que se estudia la construcción de una pista más larga de la que tiene actualmente la infraestructura, con zonas de seguridad en ambas cabeceras, para que en el futuro pueda ser certificado como un aeropuerto internacional.
Pera ello, agregó, se requeriría meter la pista al mar unos 325 metros.
“Hay un proyecto que ya está en planos y es rotar el eje de la pista unos cuatro grados contra las manecillas del reloj, meterla al mar unos 325 metros y agrandarla en algo más de 500 metros, para conformar las zonas de seguridad en ambas cabeceras, para poder certificar la pista internacionalmente”, explicó Lenis.
La pista del aeropuerto tiene una longitud de 1.780 metros y la idea es extenderla a 2.200 metros.
Este es un proyecto en el que vienen trabajando la Aeronáutica Civil, la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) –que tiene concesionada la terminal a Aeropuertos de Oriente SAS– y la Gobernación del Magdalena.
Los estudios ya están terminados y en él se planteaban dos alternativas. La primera sería alinear la pista y extenderla hacia la zona costera, como se ha indicado. Las obras costarían 293.000 millones de pesos.
En la segunda alternativa se propone una nueva pista paralela a la actual, con mayor longitud, que valdría 209.000 millones de pesos, pero habría que replantear obras.
Por ahora, las partes vienen reuniéndose para avanzar en el proyecto y se proponen iniciar los trámites ambientales, para obtener luz verde para construir los metros de pista que se requerirían en el mar.
“Santa Marta requiere un aeropuerto internacional, máxime cuando la ciudad está pensando en el turismo –puntualizó Lenis– pero no puede ser certificado porque la longitud de la pista no cumple requisitos y carece de espacio para las zonas de seguridad en las dos cabeceras”.
Sería otro salto en las obras de modernización que se iniciaron en este aeródromo desde febrero del 2015 y cuyos trabajos terminarán en febrero del 2018.
Las obras del nuevo aeropuerto Simón Bolívar hoy se levantan sobre el polvo de las demoliciones progresivas que se vienen haciendo en el aeródromo antiguo. La renovación costará 143.238 millones de pesos.
De estos dineros, 109.500 millones los financia el concesionario Aeropuertos de Oriente SAS, que viene construyendo parqueaderos, torre de control, plataforma, salas de abordaje, puntos de chequeo, posiciones de contacto y la climatización de las instalaciones.
Avance de las obras
La Aeronáutica Civil, a su vez, avanza en el arreglo de la pista existente, zonas de seguridad y obras de drenaje. Estos trabajos valen 33.738 millones de pesos y deben entregarse en junio del presente año.
Las obras en la infraestructura aeroportuaria presentan un avance del 36 por ciento, manifestó la gerente general de la concesión aeropuertos de Oriente, Mariela Vergara Vergara.
“Estamos construyendo –dijo– un aeropuerto completamente nuevo sobre la infraestructura que hay, sin afectar la prestación del servicio público de transporte aéreo”.
Mientras tumban las instalaciones en un sector, construyen áreas provisionales en otro lado para trasladar ahí los servicios y así no afectar la operación.
Por sus dimensiones será un terminal que casi triplicará su extensión, pues pasará de 6.271 metros cuadrados a 15.413.
Hasta ahora, una de las obras más complejas y con las que arrancó el proyecto ha sido la construcción del parqueadero subterráneo, que ha causado sensación en Santa Marta.
La firma contratista excavó a ocho metros de profundidad, donde se hizo la cimentación y se levantaron pantallas (paredes) para darles estabilidad al terreno, a la estructura antigua y a la nueva que linda con el mar por uno de sus costados.
Con la construcción del estacionamiento subterráneo y otro a superficie se triplicará la capacidad del parqueo de 51 plazas a 170.
Este trabajo está bien avanzado, como el de la torre de control, que tiene cabina octogonal y una altura de 22,72 metros.
El área de la plataforma también aumentará de 19.396 metros cuadrados a 30.702; los puentes de abordaje pasarán de 2 a 5 y las bandas de equipaje de 3 a 5.
La ANI con el concesionario esperan entregar la primera fase de las obras antes de diciembre: torre de control, salas de embarque, zonas de facturación, módulos de chequeo, puentes de abordaje y parqueadero subterráneo.
Esta terminal movió el año pasado 1’489.000 pasajeros.
EL TIEMPO
