El mejor futbolista sudamericano de 1987 y 1993, el 10 de la llamada generación dorada del fútbol colombiano, el de Pescaíto, el ‘Mono’. El que formó un mediocampo inolvidable con Bernardo Redín en el Cali y Freddy Rincón en la selección. Él, el recordado genio de los ‘pasegol’, Carlos Alberto Valderrama Palacio, cumple este martes 2 de septiembre 54 años desde que nació en Santa Marta, sin conocer por aquel 1961, la leyenda que forjaría.
Empezó a entrenarse con su padre, ‘Jaricho’ Valderrama, en el Liceo Celedón, el mismo que menciona su paisano Carlos Vives en la canción ‘El Hambre del Liceo’. Su posición era de atacante hasta que descubrió su brillantez para habilitar a los de arriba con sus milimétricos balones. Al igual que sus hermanos, Alan y Roland, y que sus primos, Didí Valderrama y Miguel González Palacio, se vistió con los colores de la Selección Magdalena, para luego calar en el Unión, donde debutó como profesional.
Tras su infructífero paso por Millonarios, recaló en el Deportivo Cali. Ese equipo ‘Azucarero’, que aunque no fue campeón, es para gran parte de la afición ‘Verdiblanca’ el mejor de la historia. Lo títulos del ‘Pibe’ en el balompié nacional, los consiguió con el Atlético Junior en 1993 y 1995. Justo en la década que marcó su carrera.
Fue protagonista de uno de las anotaciones más gritadas por la hinchada colombiana; aquella agónica de Freddy Rincón Contra Alemania en el Mundial de Italia 1990, que le permitió a la ‘Tricolor’ clasificar por primera vez a los octavos de final de una cita mundialista. Tres años después, más exactamente un 5 septiembre, a 3 días de su cumpleaños 32, figuró en uno de los triunfos más recordados de Colombia: el 0-5 frente a Argentina en el Monumental de River.
El 1 de febrero de 2004, Valderrama dijo adiós oficialmente al fútbol profesional. El genio de la pelota que está incluido entre los 100 mejores futbolistas del siglo XX, es un legado imperecedero de gestas dentro de un terreno de juego.