Mercedes Isabel Pérez tenía sobradas razones el lunes celebrar su segundo oro en las pesas panamericanas, y con su poderoso grito.
La colombiana no solo le obsequió otra presea dorada a su país, convertido en una locomotora en las pesas de los Juegos Panamericanos de Toronto, sino que cada triunfo le ayuda a sostener su casa.
"De este deporte depende un gran número de mi familia", manifestó Pérez The Associated Press. "Me siento orgullosa, porque la verdad lo hago con orgullo".
La samaria Mercedes Pérez, de 27 años, ganó el oro en la división de los 63 kilos con un dominio claro, aunque sin poder romper marcas.
Registró el mejor arranque al levantar 103 kilos y el envión con 132 para un total de 235. La cubana Mariana Rodríguez se quedó con la plata al totalizar en envión y arranque 203 kilos y la brasileña Bruna Nascimento aseguró el bronce con un total de 202.
"La verdad nada es fácil en esta vida", manifestó Pérez, casada sin hijos y oriunda de Santa Marta. "Me siento orgullosa, porque la verdad lo hago con orgullo".
"Detrás de esta competencia hubo cinco meses de preparación, sacrificio sin ver a la familia, lesiones, esfuerzos".
Repitió así el oro que ganó hace cuatro años en Guadalajara, aunque en la división de menos 69 kilos.
Pérez, cuyo hermano Edison Angulo también integra el equipo de pesas, contribuyó así a la copiosa cosecha de su país en la halterofilia de Toronto 2015. Los colombianos ya llevan seis oros, tres platas y un broce.
La vida deportiva de Pérez es curiosa: comenzó como receptora de softbol e integró un equipo juvenil nacional. También probó en el atletismo y voleibol.
Sin embargo, en las pesas estaba su destino y en 2008 logró la clasificación a los Juegos Olímpicos de Beijing. No pudo asistir cuatro años después a Londres porque había cambiado de categoría.
Aseguró que se siente más fuerte en los 63 kilos y que buscará su segundo pasaje a unas olimpiadas, para lo cual tiene que superar una eliminatoria nacional.
"El nivel de Colombia es alto, entonces me toca pelear", aseguró esta pesista, cuyo grito en competencia parece retumbar más que el de sus rivales.
"Ayazaya", es lo que grita Pérez. "Es fuerza, que yo puedo; perseverancia. Y a mí me sale del alma".
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