Santa Marta DTCH

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miércoles, 29 de julio de 2015

El modelo urbano de la ciudad de Santa Marta



La ciudad de Santa Marta ha venido desarrollándose en forma descontrolada, improvisada y espontánea, laspolíticas públicas han sido ausentes por falta de un modelo urbano, que identifique y contemple una visión de ciudad, autónomo, original y sobre todo que proyecte todo el potencial de condiciones y atractivos que posee, así como también, llene y recoja las necesidades de la población.

Por ello, es indispensable que tanto el Plan de Desarrollo, como el Plan de Ordenamiento Territorial sean consultados con la ciudadanía y la empresa privada como dicen las normas, sobre todo aquellas empresas de desarrollo urbano de la ciudad, como las empresas de servicios públicos y las constructoras privadas, que inciden e intervienen en el territorio. Ha sido muy frecuente que Planeación Distrital, con las dos curadurías hayan generado todo tipo de modificaciones, al uso del suelo y normas urbanas o código de urbanismo a través de resoluciones, como fabricando trajes a la medida, para facilitar las licencias de construcción.

Los modelos urbanos que se adoptan en las ciudades, aquellas que los tienen que son contadas, se establecen después de grandes debates, estudios y consultas ciudadanas, con un horizonte similar a los planes decenales
de los ministerios o las universidades y grandes empresas.

La administración de turno lo que hace es implementar y posibilitar, que su plan de gobierno, que se convierte en el Plan de Desarrollo y Plan de Ordenamiento Territorial, en su período, diseñe una estrategia financiera y ejecutiva, enmarcada en ese plan decenal, es decir, un plan a mediano plazo, re direccionando y replanteando si es necesario, como lo dice la norma, por motivos de fuerza mayor, crecimiento sustancial de la población, o un desastre natural, que modifique las condiciones físicas y morfológicas y sociales de la urbe. Si se presentan estas condiciones que acabamos de ver, la lógica indicaría que la ciudad definiría unas políticas de desarrollo urbano a largo plazo, que sería un plan marco referente, que concretara el modelo urbano.

Hasta el momento, se desconocen los contenidos del nuevo Plan de Ordenamiento Territorial, lo que plantea una gran incertidumbre en el ámbito empresarial de desarrollo urbano tanto privado como institucional, sobre todo en los temas de planificación de los nuevos proyectos inmobiliarios y de la cobertura de servicios públicos, como el suministro del agua potable, alcantarillado y ampliación de redes eléctricas y de suministro de gas.

Sin puntualizar hacia dónde y cómo se desarrolla la ciudad, es muy difícil definir un modelo urbano, que interprete y sea consecuente con la vocación de la ciudad.

TURISMO, LA PRIORIDAD

Desde la primera discusión o consulta ciudadana, en 1996, se definió el turismo como la principal actividad a desarrollar prioritariamente, haciendo énfasis en su gran potencial de atractivos naturales. Por ello, la respuesta tanto urbana como arquitectónica, es decir, tanto el equipamiento, de hotelería especializada, como la dotación de servicios básicos para atención al turismo, debe ser respetuosa y acorde con el medio natural y ecológico, al tener dos parques naturales nacionales, como el Tayrona y La Sierra Nevada. La visión de desarrollo integral de ciudad es imperativo, teniendo en cuenta los componentes económicos claves, como es la relación ciudad – puerto; el tema comercial que se ha fortalecido y crecido en forma sustancial y el tema cultural que nadie lo tiene en cuenta.

El turismo se sustenta en la cultura, no solo balneario y playas, el folclor y las expresiones culturales, de la gastronomía y las costumbres de esta zona del país, son las que le dan forma al producto turístico que vendemos.

Años atrás, Santa Marta era una ciudad turística que ocupaba un sitio importante, competía con Cartagena, San Andrés Islas y otros destinos turísticos nacionales, teníamos turismo internacional proveniente de Venezuela, Canadá, Estados Unidos, Alemania, Francia, España y manejaba turismo de cruceros que hoy en día abandonaron los agentes promotores de turismo por falta de vías, parqueaderos, cambio de moneda, andenes para caminar, equipos para el desplazamiento hacia los sitios turísticos, equipamientos para playas etc.

Competimos ahora con el Golfo de Morrosquillo y Coveñas, y ni hablar del Eje Cafetero que ocupa el primer lugar en afluencia de turismo, sin tener los atractivos de este sector, no hay una Oficina de Turismo Distrital o Departamental que promueva la ciudad y controle las actividades no autorizadas o piratas que tanto afecta y distorsiona la calidad del servicio.

Los Concejos de Cultura no se reúnen hace mucho tiempo, no existe Casa de la Cultura, ni Directores de Cultura en los dos ámbitos. Aparte de la recuperación del Teatro Santa Marta y de los inventarios de patrimonio, que se hacen actualmente en los pueblos del Departamento, con los recursos del IVA a la telefonía celular, no hay proyectos que promuevan la cultura.

SUPERESTRUCTURA TURÍSTICA

Existe un concepto erróneo bien arraigado, en los constructores y las empresas inmobiliarias en seguir construyendo vivienda, es decir apartamentos, con grandes precios que comercializan sus proyectos en el territorio nacional, convirtiéndose en competencia a la hotelería samaria, es decir hotelería paralela o la llamada parahoteleria, que no pagan impuesto y nadie controla su calidad y servicio, están por fuera del control del Viceministerio de Turismo.

Se desconoce el panorama nacional, en donde por poner un ejemplo, en Bogotá, Medellín, Barranquilla, la hotelería ha crecido en 10 años el 400%, la construcción de hoteles y alojamiento turístico, es hasta más rentable que la propiedad horizontal, solo hay que hacer un esfuerzo creativo en su comercialización.

Una ciudad turística como Santa Marta, solo tiene 4.000 habitaciones hoteleras especializadas, de resto una parahoteleria en El Rodadero totalmente obsoleta y de muy mala calidad, igual que el balneario. En las grandes ciudades turísticas del planeta, un solo hotel tiene esa capacidad; la cadena hotelera Hilton, ya entró a Santa Marta y eso es un buen indicador de que las cadenas de hoteles a nivel internacional, accedan al mercado samario.

Cómo mejorar la calidad del turismo que nos llega, mejorando la calidad de oferta. Si solo ofrecemos un producto de bajas especificaciones, pues solo nos llega ese tipo de turismo; la ciudad puede ofrecer turismo social porque ese renglón debe atenderse. También se puede posicionar la ciudad con un servicio hotelero de alto rango y mejores estándares para captar flujos de turismo de mejor categoría.

El otro gran paradigma, es la construcción de proyectos de grandes alturas y altas densidades, Bello Horizonte, Pozos Colorados y la franja de Santa Marta donde se encuentra la Marina Internacional, están replicando un modelo totalmente desactualizado, como sucedió en El Rodadero, que representa el símbolo, de lo que no se debe hacer en urbanismo, ese es un concepto totalmente decadente, una visión de un falso modernismo.

La llamada 'zona sur' o turística ya viene presentado este tipo de inconsistencias. La planificación es confusa, no se conoce un plan vial y zonas verdes o áreas deportivas, en fin, no hay un plan para equipamientos urbanos relacionados con el turismo. Hay que tener en cuenta la capacidad de aforo de esas playas que entre otras cosas, son angostas y frágiles ecológicamente.

Cuando uno promueve una ciudad como Santa Marta con un alto contenido ecológico y ambiental, histórico y cultural, la gente que viene motivada por conocerla no se imagina encontrar otra ciudad de Panamá, o Miami o Cartagena, que entre otras cosas esta ciudad hermana, en menos de 10 años no será sostenible o sustentable por su alta densidad y el caos que se presenta en el espacio público y su equipamiento urbano y vías, sin tener en cuenta el calentamiento global, que dejaría bajo agua un gran porcentaje de su zona turística.

No se comprende en qué momento se cambió la visión de la ciudad de Santa Marta. Hay sectores en donde se justifica hacer grandes conjuntos de vivienda y densificar para racionalizar los grandes recorridos en vías, transporte público y hacer más eficientes las redes de infraestructura, como hizo en su momento la ciudad de Paris, igual se plantea en Bogotá también con mucha lógica, vivienda para clase media que no tiene soluciones a la vista en el centro de la ciudad.

Curitiba en Brasil que es una ciudad industrial y la que creó el concepto del transmilenio que atraviesa la ciudad, construyó la vivienda al lado de las grandes industrias y fábricas para evitar los desplazamientos de los obreros y la ocupación de esas vías.

Santa Marta, está a tiempo de hacer una reflexión de cuál es el modelo de ciudad que quiere y dar un viraje hacia un desarrollo integral, inclusive atender que las nuevas expectativas y retos que enfrenta la región y el país, implica un desarrollo semiindustrial o de industrias limpias que no generen contaminación y que respete su condición natural. Si no hay un desarrollo que genere empleo y mejores condiciones socioeconómicas para los samarios, no se puede forzar la urbe, hacia el sueño de ser líder en turismo.

Fuente: Hoy Diario del Magdalena

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