Cuando actúa Bomba Estéreo el techo suda. "La primera vez que tocamos nuestra canción 'Fuego' fue en un bar chiquito.Vimos a la gente bailar, las gotas que caían y nos dimos cuenta de que aquello iba a ser una locura". Lo que cuenta Liliana Saumet, cantante del grupo, se repitió este viernes en la sala Caracol de Madrid, volverá a pasar en el segundo concierto en el mismo espacio que el grupo ha tenido que programar el martes ante la demanda popular y tendrá una versión de restriegue al aire libre el sábado en Barcelona dentro del festival Sónar.
La mezcla de cumbia, champeta, folclore caribeño y otros ritmos de la tierra con elementos de electrónica, hip hop y 'dancehall' ha convertido a Bomba Estéreo en un fenómeno de la música de baile en todo el mundo. Algo similar a lo que sucede con sus compatriotasChocQuibTown. Ambos acaban de lanzar sus últimos álbumes en una coincidencia que muestra el empuje de la música colombiana más allá de superestrellas como Shakira y Juanes. "En este disco", dice Liliana de 'Amanecer', "hemos querido ofrecer un ritmo más global. Pero el objetivo sigue siendo el mismo:hacer bailar a la gente". Un propósito que ella y sus compañeros Simón Mejía y Julián Salazar se toman muy en serio. "El baile te sana, te limpia y te salva", sentencia. "Yo soy de Santa Marta, en el Caribe, y he bailado toda mi vida. Es un ritual que viene de nuestros ancestros y, tirando del hilo, de donde viene todo: África. Tenemos esta idea de que vamos a cambiar el mundo simplemente bailando. Primero porque nos cambiamos por dentro. Y segundo porque vivimos en una época en que la gente tiene miedo de conectarse y ésta es la forma más natural de unirse».
«Imagínate un día de tráfico infernal sin música». El planteamiento lo hace Tostao, que junto con su esposa Goyo y el hermano de ésta, Slow, componen el trío ChocQuibTown, que acaba de lanzar 'El mismo'. "Para nosotros la música es el sentido mismo de la vida. Nuestro objetivo es ir ambientando todos los momentos de la vida, da igual que sea el lunes a las 6 de la mañana o el viernes a medianoche", explica. Su grupo viene del Chocó, en la costa del Pacífico, la zona donde la cultura afrocolombiana es más potente. Allí las claves rítmicas vienen dadas por la marimba, el 'piano de la selva', y por el legado de los esclavos negros. Si con Bomba Estéreo sudan los techos, con ChocQuibTown, el movimiento de los pies del público levanta polvaredas. "Hoy sabemos que estos patrones rítmicos son muy parecidos a los de la electrónica, así que para nosotros la mezcla del folclore con otras músicas más contemporáneas es algo natural", relata Tostao.
"Para mí, lo más natural del mundo ha sido escuchar todo lo de aquí al mismo tiempo que Daft Punk, Chemical Brothers, Björk yMassive Attack", dice en este sentido Saumet. Una forma despreocupada de estar en el mundo que contrasta con la situación de su país en su infancia, en plena orgía de sangre por el narcotráfico. "La música es un elemento transformador, por supuesto", dice Tostao sobre ello. "La clave es hacer las cosas con energía y amor", afirma Liliana. "Entonces es cuando dan un buen resultado".