Por las pintorescas calles de Mamatoco, al oriente de Santa Marta, Aníbal Deluque Ponce desfila por estos días vestido de diferentes formas y colores. El Carnaval lo transforma, lo desinhibe y lo convierte en centro de todas las miradas.
Su amigo Apolinar Castilla lo bautizó ‘El rey del disfraz’, y asegura que cuando uno aprecia su creatividad e ingenio se da cuenta que es el referente de esa pegajosa expresión que es símbolo de la alegría y el jolgorio carnavalero: “Quien lo vive es quien lo goza”.
A sus 40 años, este cultor samario, nacido en el corazón de Pescaíto, pero adoptado desde 1996 por los mamatoqueros, sabe que lo suyo no es cosa de monerías, ni payasadas, sino que es una forma de mantener viva la esencia de una fiesta que en Santa Marta sobrevive porque existen personas como él.
Lo cierto es que hoy casi no se ven los disfraces de antaño. Son pocas las marimondas, los garabatos, los toritos; los cabezones, enanos, muertes, seres mitológicos y superhéroes.
Los disfraces
Aníbal, a quien Gerardo Núñez lo apodó ‘Titanic’, dice que, paradójicamente, cuando niño poco se disfrazó, quizás porque no había recursos en casa para hacerlo, y dice que las veces que lo hizo era en Joselito Carnaval. “Yo me colocaba un vestido de mujer y hacía de mamá del difunto”, comentó.
De esa época recordó a los hermanos Emiro y Jorge Benavides, a Will El Chupi Aguilar, y a Gerardo Rodríguez, amigos que participaban en el callejero dramatizado.
Hechicero de Mamatoco, otro de los disfraces exitosos.
Más grande, con 21 años, cuando se mudó de Pescaíto a Mamatoco y vio el ambiente de carnaval de ese barrio de la ciudad, se contagió. Al cabo rato ya estaba diseñando sus coloridos atuendos. A partir de ese momento Aníbal Deluque entró a la lista de protagonistas del carnaval de San Agatón.
Dice que su mejor disfraz ha sido el que denominó ‘Mineros de Chile’, el cual hacía alusión a los 33 trabajadores de una mina que el 5 de agosto del 2010 quedaron atrapados en un socavón a 720 metros de profundidad durante 70 días.
También le trae nostalgia la personificación que una vez hizo de Alicia Fierro, una mamatoquera raizal, bailadora y carnavalera. Ese día uso sus accesorios y vestidos. En su historial de disfraces a elaborado más de 100.
En este carnaval ya ha usado 5. Son ellos, El Cazador de Chicunguña, el Rey del Chicunguña, La Palenquera, Negrita Puloy y Mohicano Dorado. Tiene la particularidad que no repite disfraces y cuenta que ha habido momentos en que en un solo día se coloca hasta tres.
Aníbal Deluque Ponce con el disfraz de ‘Hombre verde’
Sin ánimo de lucro
No gana plata porque lo que está haciendo es cultural, aunque no desprecia cuando alguien de buena fe le colabora. Su profesión es mecánico industrial egresado del Sena y publicista por experiencia.
“No me interesa el dinero, sino el cariño que la gente me deposita y la admiración que profesan”, señaló.
Sus bastiones para hacer su trabajo son su esposa, Érika Avendaño, y sus hijas, Nicole, Britney, Maley y Alba Luz, quienes como él, también se disfrazan.
Aníbal Deluque aprovecha estos días para dar rienda suelta a su imaginación y embriagarse de alegría antes de entrar en el tiempo austero de las penitencias cuaresmales.
Fuente: El Heraldo
Fuente: El Heraldo
