Esta semana recordamos a dos pilares de la canción costeña en el centenario de su natalicio: el cantante vallenato Guillermo Buitrago y el compositor barranquillero Rafael Mejía Romaní. Ellos son nuestros Artistas de la Semana.
Rafael Mejía Romaní (1920 – 1993)
El compositor barranquillero Rafael Mejía Romaní fue uno de los más avezados exponentes del sabroso porro y del romántico bolero. A pesar de eso, en su adolescencia ya era un consumado tiplista que ejecutaba a la perfección bambucos y pasillos y que solía acompañar en sus correrías a la cantante Sarita Herrera, con el grupo Remembranzas de su padre, Francisco Javier García de la Hoz.
Un par de años más tarde fundó el dueto Sentimiento Colombiano con el que siguió interpretando música del interior, época a la que pertenecen sus composiciones “Arroyito campesino”, “Donde canta el ruiseñor”, “Triste sin ti” y “Esta es Colombia”.
El sentimiento caribeño no demoró en aflorar y en 1955 grabó su primer porro, “Carmiña”, inspirado en una reina de belleza. No fue ésa la única canción que les dedicó a las reinas, también están “Adelita”, para Adela Segovia; y la archipopular “Cumbia sobre el mar”, dedicada a Marta Ligia Restrepo, coronada en Cartagena en 1962. Aquella seguramente es su composición más famosa junto con el porro “Paisaje”, grabado originalmente por su Trío Los Románticos, y luego por Carmencita Pernett con la orquesta del mexicano Rafael de Paz, por Claudia de Colombia, por el trío Los Isleños y por la Billos Caracas Boys, con la voz de Cheo García.
Su bolero “Mientras me quieras tú”, interpretado por Leo Marini, lo catapultó como uno de los más importantes cultores de este género en Colombia. También son suyos los boleros “Vidas iguales”, “Nadie más que tú”, “Por Dios que eres bonita”, “Despierta corazón”, “Ahí estás tú”, “Sabes muy bien”, “Más y más” y “Será por eso”. Su obra se completa con merengues, rancheras, porros, gaitas y guarachas.
Guillermo Buitrago (1920 – 1949)
No hay diciembre en Colombia en el que no se escuchen los sones parranderos y festivos del cantante y compositor Guillermo de Jesús Buitrago Henríquez, “el Jilguero de la Sierra Nevada”, llamado también por el radiodifusor Álvaro Ruiz Hernández “El Gardel del Vallenato”.
Nacido en Ciénaga, Magdalena, el 1° de abril de 1920 y fallecido en 1949, a sus escasos 29 años, su estilo para interpretar la guitarra en los aires del paseo, el merengue y el son, su voz aindiada e incluso su presencia escénica hicieron de él una leyenda que no deja de sonar cada diciembre en los hogares colombianos, gracias no sólo a la difusión de obras propias como “El amor de Claudia”, “Compae Heliodoro”, “Grito vagabundo”, “La araña pelúa” y “El huerfanito”, sino por la divulgación de piezas de compositores que gracias a él saltarían de inmediato a la fama como Rafael Escalona, Abel Antonio Villa y Emiliano Zuleta.
Durante su corta vida, Buitrago registró alrededor de 100 temas, de los cuales se lograron conservar unos 70, que hoy hacen parte del cancionero popular colombiano. Sus grabaciones vallenatas son pioneras en la difusión del género no sólo por la misma Costa Caribe, sino por el interior del país, misión en la que también tendrían responsabilidad algunos de los músicos que trabajaron con él como Julio Bovea, Ángel Fontanilla, Alberto Fernández y Julio César Sanjuán, “Buitraguito”.
Cuenta la historia del cienagero que su primer oficio como cantor fue el de musicalizar piezas comerciales para establecimientos educativos, farmacias y marcas de licores. Luego empezó a hacer programas en diferentes radios como La voz de Ciénaga en su tierra natal, y Emisora Atlántico, Emisora Variedades y La Voz del Atlántico, en Barranquilla En 1943 realizó las primeras grabaciones hechas en Colombia por Discos Fuentes, y de ahí en adelante, el resto es leyenda, incluida su muerte por tuberculosis, a temprana edad, en una mecedora en la puerta de su casa.
Su biógrafo, el también cienaguero Edgar “Chichi” Caballero Elías, en su libro “Guillermo Buitrago, cantor del pueblo para todos los tiempos” lo describe así: “No sólo un músico que llegó más allá, que llegó a imponer un estilo y que llegó a dar una modalidad, el comienzo, la largada, el impulso importante, (…) eso se lo dio Buitrago a esa ‘música vallenata’ que si hoy goza de los más altos índices, los más elevados niveles de producción, de venta y de difusión, debían al menos reconocer el mérito de quien, indiscutiblemente, fue uno de los pioneros e indudablemente el primero en hacerla internacional”.
Fuente: Radio Nacional de Colombia