La Casa Grande, como sabe la gente del Caribe colombiano y del país, es el título de una novela emblemática de Álvaro Cepeda Samudio, el intelectual y escritor barranquillero nacido en Ciénaga, Magdalena, quien murió demasiado joven, pero dejó tras sí una obra corta e importante. Aunque su novela habla de la masacre de las bananeras, su título, por hospitalario e inclusivo, sirvió para darle nombre a un esfuerzo para mejorar la situación de atraso de la gente de los ocho departamentos del Caribe colombiano, y que comienza con una cumbre en Santa Marta el jueves 30 de noviembre próximo, organizada por Adolfo Meisel; Bruce McMaster y muchas otras personas y entidades prestantes de la región.
No es otra reunión para hablar paja, sino un esfuerzo para identificar las inversiones que se requieren y sus fuentes de financiación en cinco áreas proyectadas al 2030: educación, salud, nutrición, saneamiento básico y financiamiento y calidad del gasto. Un documento de los organizadores advierte que Casa Grande Caribe “(...) no es la creación de un movimiento regional, sino proponer una hoja de ruta viable y medible para que los gobiernos locales y la Nación, enfoquen sus esfuerzos en el cierre de brechas sociales de la Región Caribe”.
Más de 400 personas en coloquios en las capitales del Caribe divulgaron sus inquietudes, y muchas de estas quedaron incluidas en los estudios técnicos hechos por expertos de la Región Caribe de instituciones como el CEER, del Banrepública; de Fundesarrollo; de la Universidad del Norte; y de la Universidad Tecnológica de Bolívar. Además participan personas del Banco Interamericano de Desarrollo, de la Universidad Pontificia Bolivariana de Montería, entre otras.
Lo esencial de este esfuerzo es poder ponerles costos a las necesidades del Caribe colombiano para no desgastarnos exigiéndole dinero a la Nación sin tener estudios serios que respalden las peticiones. Uno de los organizadores de la cumbre Casa Grande le contó a este medio, que aunque la Costa Caribe es la región que más recursos le pide al Gobierno nacional, la que más los consigue es Antioquia, precisamente porque sabe cómo pedirlos: con los documentos bien sustentados en la mano.
Esperamos que esta iniciativa de la Casa Grande Caribe dé los frutos que necesitamos para la región, que en este caso sería alcanzar, y ojalá sobrepasar, la media nacional en las cinco áreas mencionadas al principio. Para tener éxito, este esfuerzo requiere un Caribe unido y hablando el mismo ‘idioma’.
Fuente: El Universal
