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jueves, 28 de julio de 2016

Museo del Oro Tairona, detrás de su propia historia



El Museo del Oro encierra detrás de sus puertas las riquezas materiales de una cultura antigua muy compleja e interesante: los Tairona. Asimismo, hay diversas muestras de otros pueblos indígenas y de la cultura magdalenense en general.

La antigua Casa de la Aduana es el lugar donde está el Museo del Oro Tairona, el cual reabrió sus puertas al público desde el sábado, 25 de octubre del 2014. Esta emblemática Casa ubicada en el centro histórico de Santa Marta, está llena de historias alegres, tenebrosas, y curiosas; mitos y un par de leyendas inventadas por quienes a diario custodian las riquezas materiales dentro de la misma.

Con base en lo anterior, indagamos a profundidad y consultamos a Joaquín Viloria De la Hoz, Gerente Regional del Banco de la República y a Silvia Tibaduiza Sierra, Coordinadora del Museo del Oro Tairona, quienes a través
de una entrevista nos contaron los pormenores acerca de este insigne lugar.

"Aunque nos visitan muchos extranjeros y turistas nacionales, en la actualidad, estamos desarrollando talleres especiales con la comunidad samaria, donde les hacemos entrega de una maleta con materiales didácticos del Museo, para que se instruyan y aprenda sobre la cultura del Magdalena".Explicó Silvia Tibaduiza Sierra.

Estos talleres se llevan a cabo gracias al material didáctico que entrega el Museo en una maleta, la cual está llena de pequeñas réplicas de las colecciones de distintas culturas arqueológicas del país y fragmentos de cerámica originales, además de otros recursos como cartillas y tarjetas con información. Estas maletas se le entregan a Colegios y Fundaciones de la Ciudad.

El Gerente Regional del Banco de la República nos explicó que "Se invitan a profesores de diferentes organizaciones culturales y se les dan capacitaciones semanalmente, donde se les explica en qué consiste y cómo se pueden llevar estos materiales didácticos a sus respectivos colegios. Hay maletas de la cultura Zenú, Tairona, Kimbaya y así sucesivamente, por cada una de las culturas indígenas".

Es oportuno resaltar que el Museo del Oro en Santa Marta es uno de los más visitados a nivel nacional, con alrededor de 120 mil visitas al año y con grandes expectativas de que éstas aumenten a finales de este 2015.


DATOS INTERESANTES

Así mismo, hay muchos otros datos relevantes que no se pueden desconocer, por ejemplo, cada dos horas entran aproximadamente 70 personas al Museo entre los días martes y domingo, dado que los lunes está cerrado por políticas del Banco de la República.

Las personas que suelen frecuentar la antigua Casa de la Aduana son en su mayoría turistas nacionales o extranjeros, curiosos por conocer la historia de Santa Marta y el Magdalena. También se puede observar a estudiantes de diferentes Instituciones Educativas de Colombia que motivados por sus docentes se animan a visitar el Museo.

frase que dice: "Nadie es profeta en su propia tierra", y en estas instancias, los invito a todos a reflexionar para que esto cambie. Por cierto, una pregunta frecuente de las personas y que pretendo resolver hoy es ¿cuánto cuesta entrar al Museo?, para fortuna suya y mía, que amo visitar museos, la entrada es completamente gratis, al igual que todos los servicios de Biblioteca y talleres que se dictan en el Banco de la República.

Otros datos importantes datan desde el año 1979, cuando el Banco de la República adquiriera la casa en la que funcionó la Aduana de Santa Marta durante los últimos años de la Colonia, motivo por el cual recibe el nombre de la Casa de la Aduana. Así que este inmueble de más de 300 años se convirtió en la sede del Museo del Oro Tairona desde 1980 hasta el 2008, cuando fue sometido a una restauración, dado la necesidad de resolver diversos problemas estructurales que había en torno a la construcción.

Durante ese tiempo el Museo se trasladó temporalmente a la Biblioteca del Emisor en Santa Marta, vecina a la Casa, donde funcionó hasta julio del 2014.Después de todo este proceso de restauración, el Museo del Oro renovado, embellecido y con un nuevo concepto estructural, -pero manteniendo su construcción original-, abrió de nuevo sus puertas al público el 25 de octubre del 2014, como se indicó desde un principio.

CONTEXTO HISTÓRICO

Se hace necesario que se conozca más acerca de ciertos hechos relevantes que ocurrieron en la Casa de la Aduana antes de que se convirtiera en el actual Museo del Oro Tairona y que ayuden a entender la importancia del mismo. Cabe recordar que la Casa de la Aduana es un inmueble de más de 300 años que antes pertenecía al Gobierno Nacional, lo cual ha permitido que sea el hogar de españoles, importantes empresarios y familias pudientes de Santa Marta y también, el hogar temporal de nuestro Libertador Simón Bolívar.

Precisamente, en esta Casa fue donde se realizaron sus exequias y eso lo hizo merecedor de una de las salas del Museo que recibe el nombre 'Bolívar estuvo aquí' y según declaraciones de Joaquín Viloria "Lo que dice la historia es que a él lo velaron al costado occidental de la Casa, que es justo donde está ubicada la sala".

En 'Bolívar estuvo aquí', se expone también una línea de tiempo que recorre año tras año la vida del prócer, resaltando tanto los aspectos históricos como personales de su vida: el niño que quedó huérfano siendo aún muy pequeño, el viudo de 19 años que juró no volver a casarse, el viajero incansable, el victorioso soldado autodidacta y el perseguido que soñó con una sola Colombia que uniera lo que hoy son cuatro países.

LAS DEMÁS SALAS

En total son cuatro salas las que componen el Museo: 'Sociedades Prehispánicas', 'La Gente del Magdalena', 'Historias desde la Casa de la Aduana' y 'Bolívar estuvo aquí', de la cual ya hablamos. Al iniciar el recorrido la primera sala es'Sociedades Prehispánicas', la cual presenta a las comunidades que poblaron la Sierra Nevada durante los períodos Nahuange (200 a 900 d.C.) y Tairona (900 a 1600 d.C.), exponiendo así su cerámica, orfebrería, formas de vida y de enterramiento, sus ceremonias y rituales descubiertos gracias a diversas investigaciones arqueológicas.

Es así como esta sala exhibe cerca de 470 piezas de orfebrería, cerámica, concha y hueso que revelan las maneras en que los antiguos pobladores de la Sierra concibieron el mundo. De todas estas piezas, sobresale la figura del "Hombre Murciélago", una de las más características de la iconografía Tairona, que hace referencia al poder y capacidad de los lideres-chamanes para transformarse con sus adornos en este mamífero nocturno y así adquirir sus poderes y cualidades excepcionales.

Por su parte, 'La Gente del Magdalena', es una sala etnográfica, que cuenta cómo es la vida actual de cuatro regiones diversas de nuestro Departamento: la Sierra Nevada de Santa Marta, la Sabana, el mar y la Ciénaga Grande y el río Magdalena.En 'La Gente del Magdalena' se presenta a los cuatro pueblos indígenas que la habitan hoy: los Koguis, los Arhuacos, los Wiwas y los Kankuamos, comunidades unidas por aspectos culturales comunes como el tejido, los mamos o sacerdotes, el territorio ancestral y el uso sagrado de la hoja de coca.

Un módulo multimedia cierra el recorrido en esta sala y en él se presentan videos documentales con testimonios, historias de vida e imágenes intrínsecas en la preparación de comidas patrimoniales de la región Caribe: Cayeye de guineo verde, pasteles de arroz, pescado frito con arroz de coco, cocadas y alegrías.

La tercera sala es 'Historias desde la Casa de la Aduana', la cual cuenta la historia de este emblemático sitio y la de las familias e instituciones que la ocuparon. Esto fue posible gracias al apoyo de excavaciones arqueológicas hechas durante el proceso de restauración de la misma.

De esta manera, se muestra a la Casa viva y cambiante, descubriendo cada uno de los espaciosque la conforman, los cuales se pensaron, construyeron y utilizaron para cocinar, dormir, cenar, recibir visitas, negociar o vender, develando así las transformaciones en las costumbres gustos y preferencias de las personas que la habitaron.

Y al final del recorrido, usted no puede dejar de visitar la cuarta sala: 'Bolívar estuvo aquí'. Puesto que días antes de morir en la Quinta de San Pedro Alejandrino, Simón Bolívar fue huésped de honor en la Casa de la Aduana, lugar en el que días más tarde se realizó su funeral.

MÁS HISTORIAS

Además de hacer todo este espectacular recorrido, tuve la la oportunidad de hablar con Maira Mendoza Curvelo, antropóloga, quien de entrada aclaró que en el Museo no hay guías turísticos, sino animadores pedagógicos. Qué curioso ¿cierto?, pues bien, así inició la charla con una de las mejores animadoras pedagógicas del Museo del Oro, quien expresó "Cuando uno llega a un Museo está acostumbrado a encontrarse con un guía turístico que recita de la 'A' a la 'Z' todo lo que está exhibido en las vitrinas.

Sin embargo, el Banco de la República lo que ha querido hacer con las animaciones pedagógicas es romper con esa relación lineal que se daba entre el Museo y el público".

La antropóloga agregó: "Lo que se busca es que la relación sea más viva y cercana. De esta manera, las personas son autodidactas y dependiendo de qué tanta sea su curiosidad, así lograrán aprender y adquirir por sí mismos todos los conocimientos acerca de la cultura Tairona y del Magdalena".

Una animación pedagógica puede durar hasta dos horas y se centra más que todo en preguntas del animador hacia las personas que están observando la colección de orfebrería o en la sala de 'La Gente del Magdalena'. También se busca que los visitantes puedan dar repuesta por sí mismos a sus propias preguntas.

De esta forma, la Casa de la Aduanase convierte en un lugar perfecto para explorar, un sitio entretenido en el que podemos conocer toda la historia y cultura de poblaciones indígenas antiguas a través de las diferentes piezas que se encuentran exhibidas en las cuatro salas que componen el Museo.

Uno de esos mitos que se escuchan del Museo del Oro Tairona es que en las noches recorre silencioso y audaz el fantasma del Libertador Simón Bolívar, que se escuchan sus pasos y que la madera del piso cruje cuando él pasa. Sin embargo, es oportuno aclarar que esto es solo un mito y que nunca nadie ha visto nada extraño.

Sin embargo, detrás de las puertas de este insigne Museo aún hay muchas más historias por descubrir y vale la pena que usted y su familia se acerquen a visitarlo, teniendo sentido de pertenencia por este patrimonio cultural que poseemos todos los samarios.

Fuente: Hoy diario del Magdalena

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