El árbol de caucho del centro Histórico de Santa Marta, que causó polémica porque iba a ser talado para dar paso en el predio donde estaba plantado a un gigantesco centro de compras, llegó a su nuevo hogar: el Polideportivo (calle 22 entre carreras 19 y 20).
Tras haber sido ramajeado y habérsele quitado casi toda su copa, el tronco fue plantado en el costado sur del escenario donde los samarios ejercitan deportes y suelen visitarlo para caminar, y trotar.
Hacerlo no fue fácil, la labor fue extenuante desde su inicio a las 7 de la noche del miércoles en su lugar de origen, la calle 22 con carrera 4; hasta su final, a las 9 de la mañana del jueves en el llamado por todo, el Poli.
Se necesitó una camabaja y una grúa de 50 toneladas, además de 18 operarios en el momento de sacarlo de su sitio de nacencia y llevarlo a su nueva casa. Ya en esta última, es decir, para hincarlo, el número de trabajadores llegó a 35.
El árbol de caucho fue colocado en hueco de 8 metros de diámetro y 1.60 metros de profundidad. El terreno se encuentra abonado y preparado para que empiece su nueva vida y en pocos años crezca frondoso como en su época dorada del Centro Histórico.
Los profesionales a cuyo cargo estuvo la tarea de transplante fueron el arboricultor Luis Alberto López, de la firma Asesorías Forestales y el ingeniero civil, Rafael Martínez de la empresa Construcciones y Diseños, encargada de levantar el centro de compras Gran Bazar Santa Marta.
También estuvo presente el ambientalista José Alberto Barros, quien lideró la lucha para que el árbol no fuese matado.
Con 15 metros de altura, un diámetro de copa de 12 metros y con medio siglo de existencia, el caucho se convirtió en un símbolo de la lucha por la vida y de la reivindicación del samario en defensa de su naturaleza.
Por su especie (Ficus Dendrocida) puede durar más de 500 años y crecer hasta tener 30 metros de altura y 100 metros de copa.
Dejarlo en el sitio donde se construirá el centro de compras Gran Bazar Santa Marta, según el ingeniero forestal Carlos Llanos Rojas, era una alternativa poco deseable dadas sus características morfológicas: copa aparasolada y espacio limitado lo que generaría una reducción de follaje y raíces del 90 por ciento, o cual lo ponía en riesgo.
