Santa Marta DTCH

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martes, 30 de septiembre de 2014

Se está realizando cortometraje con los pueblos indígenas de la Sierra Nevada




Desde el año 2012 se inició un proyecto para realizar un producto audiovisual que pretende visibilizar las problemáticas que los pueblos indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta, en Colombia, enfrentan para realizar sus ofrendas sagradas, buscando fomentar el proceso de resistencia y fortalecimiento de las reivindicaciones de autonomía sobre sus territorios.

Este proyecto aún no fue finalizado. Se pretende construir un mediometraje partiendo de los registros realizados en Colombia de los rituales de pagamento de los cuatro grupos indigenas que habitan la Sierra, editando el material filmado y construyendo una historia ficcional que será el hilo conductor de este material.



En la Sierra Nevada de Santa Marta, en el Caribe colombiano, viven cuatro pueblos indígenas los koguis, los wiwas, los Arhuacos y los kankuamos.

La llamada “Línea Negra”, que representa los límites de sus tierras, es azotada por diversos conflictos derivados del proceso de modernización: la explotación minera, el turismo, la construcción de vías y la militarización. Según la cosmovisión indígena, la Sierra Nevada es un lugar sagrado, en donde el ciclo de la vida se manifiesta en su plenitud, en donde cada acción interfiere en el equilibrio físico y espiritual del mundo en su totalidad. De esta manera, dentro del espacio delimitado por la “Línea Negra”, los cuatro pueblos realizan los llamados pagamentos, rituales de devoción a entidades espirituales, destinados a la armonización de las fuerzas de la naturaleza, contribuyendo al mantenimiento del equilibrio de la vida en todas sus manifestaciones.

Esta película se trata de un personaje incorpóreo, que es la manifestación del mundo occidentalizado, perdido en el tiempo y el espacio, un alma errante que se despierta en la tierra de los pueblos hermanos de la Sierra Nevada.
Sinopsis



Un personaje incorpóreo, cuatro pueblos indígenas, una montaña que contiene al mundo, y dos culturas en conflicto. Esto es “Sin el hilo negro”.

Nuestro personaje principal, un alma sin cuerpo, despierta en la Sierra nevada Santa Marta. Confundido y asustado camina entre los matorrales buscando una salida que no encuentra de un lugar que le resulta tan ajeno y agreste. Surgen otros personajes, con vestimentas extrañas, un lenguaje incomprensible y una extraña manía de frotar un palito con otro para echárselo a la boca. Él los observa. Su actitud hacia ellos es prepotente, cree que son salvajes. Pronto se da cuenta que son los únicos seres a los que puede acercarse en este momento. En su impotencia se ve obligado a emprender un viaje junto a ellos a través de los territorios de la Línea Negra.

A él nadie lo ve y nadie lo oye, tiene que conformarse con hablar consigo mismo. Él sigue a estos hombres por días y semanas a través de selvas tupidas, va a recorrer todos los climas del planeta contenidos en una sola montaña, va a caminar por el ombligo de la tierra. Él va a presenciar el esfuerzo de un pueblo indígena que lucha por proteger y mantener el orden del mundo.

Los pueblos que habitan la Sierra, actualmente sufren una problemática derivada del interés económico, pero éste como cualquier interés, visto a lo largo de una línea de tiempo lo suficientemente amplia, es transitorio, ayer fue la Colonia española, hoy las multinacionales y el estado Colombiano. Estas son sólo algunas variables de un conflicto cuya constante subyace en la propia condición humana. Él no solo es un personaje, es el reflejo de esta condición. 

¡El escuentro! 




Somos dos artistas visuales colombianos que actualmente vivimos en São Paulo, Brasil. Hace varios años trabajamos juntos en proyectos dentro del campo del arte y el cine. Nos hemos dedicado a la realización de cortometrajes y a la construcción de guiones de ficción. Nuestra producción artística va desde el video-arte, la video-instalación, el dibujo y la instalación.

Carol Hernández es una artista que disfruta de las artes plásticas y gráficas y que tomando herramientas aprendidas de esos campos construye cine. Camilo Marciales es un artista que ama el cine desde su infancia y tiene una ligera obsesión por contar historias.

A este país llegamos con la idea de realizar un guión para un largometraje que llevábamos un tiempo planeando para filmar en Colombia y en Brasil. Dentro de nuestro trasegar por la ciudad de São Paulo, conocimos al Colectivo Sendero, un grupo de personas fantásticas que dedican su vida y su energía al oficio del cine.

Este grupo atípico de geógrafos han realizado diversas obras audiovisuales tanto ficcionales como documentales, siempre con un interés por las realidades sociales de América Latina.

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