Santa Marta DTCH

.

miércoles, 20 de mayo de 2015

Santa Marta: donde la nieve y el mar se unen


Ecoturismo, pesca deportiva, deportes náuticos, increíbles balnearios de playas y ríos, sumados a su historia y cultura indígena, hacen de Santa Marta un destino atractivo para los turistas foráneos.

Desconectarse del ambiente laboral y romper con la rutina diaria merece un destino especial. Si la idea es salir de vacaciones a un lugar diferente, cargado de nuevas emociones, y mezclar el descanso con el turismo de aventura, nada mejor que visitar la bahía de Santa Marta para experimentar los beneficios de un viaje lleno de sorpresas.

Esta joya de la geografía colombiana posee el único macizo montañoso con nieves perpetuas y vista a ese rincón del Mar Caribe donde reina la ciudad de Santa Marta. Es la ciudad más antigua de Suramérica, fundada por el conquistador Rodrigo de Bastidas en 1526. Su Catedral Basílica fue la primera construida en América e históricamente representa un santuario de la patria y del continente pues en su Quinta San Pedro Alejandrino murió el Libertador Simón Bolívar.

Una de sus mayores virtudes es poseer un puerto de calado natural con una profundidad de sesenta pies, lo cual le permite tener una importante actividad comercial. Esto, sumado a su nueva marina internacional, la proyecta como uno de los centros de emprendimiento turístico y comercial más importantes de la región.

De acuerdo con un informe especial de la revista Semana, durante el 2011 llegaron trescientos setenta mil embarcaciones de ocho países diferentes, tripuladas por cerca de mil navegantes que planearon estar tres días en promedio y se quedaron más de diez. ¿Pero qué brinda la histórica ciudad de Santa Marta para ser un destino irresistible en vacaciones? ABANICO les revela sus secretos.

Las rutas de la Sierra Nevada

Descubrir una montaña con todos los pisos térmicos, desde el cálido seco hasta nieves perpetuas, acompañada de fauna y flora exuberantes, es la mejor sugerencia para los amantes de la naturaleza. De acuerdo con Luis Schneider, Gerente de la Cooperativa Multiactiva de Ecoturismo Rural de la Sie¬rra Nevada de Santa Marta, lo ideal es hacer una caminata ecológica hasta la cascada de Pozo Azul, pasando por Minca, Campano y la Tagua. Luego, a unos veintitrés kilómetros, a una altitud entre 1600 y 2200 metros, se puede visitar la reserva El Dorado para observar trescientas especies de aves, algunas de las cuales son endémicas.

El tour a la Finca Santa Helena es otra gran aventura pues incluye recorrido al pueblo indígena Wimaque de la etnia Wiwa y al cerro Kennedy a unos 2.800 metros de altura sobre el nivel del mar desde donde se pueden apreciar los nevados.

Para los más arriesgados, se ofrece el circuito de ocho días hasta la comunidad indígena Kogui de Mamarongo, para observar de cerca los picos Cristóbal Colón y Simón Bolívar.

Así mismo en la vía Fundación, en la bodega de Sevilla, se sube hasta Palmor, un corregimiento netamente cafetero. Allí se produce la mayoría del café de exportación que se da en Sierra Santa Marta. Es un paseo eco turístico donde se observan las lagunas y los nacimientos de agua del rio Sevilla y Río Frío.

Si alguien llega hasta Palmor y se entusiasma con la idea de continuar hasta los Picos, se alquilan equipos y ropa para esquiar por una extensa ladera, no tan amplia como las de Canadá o Suiza, pero la experiencia es única considerando que se está en el Caribe.

Para subir a la Sierra Nevada se deben calzar botas ligeras adecuadas para caminar y no llevar mucho peso en los maletines o mochilas. Es recomendable vacunarse contra la fiebre amarilla, llevar ropa ligera y de mangas largas, como también pantalones hasta el tobillo para evitar picaduras de mosquitos. Los grupos van acompañados de personal capacitado, con seguros médicos incluidos y los paquetes también incluyen las comidas.

En 1980 la Sierra Nevada de Santa Marta fue declarada Reserva del Hombre y de la Biósfera, también la Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza la declaró ecosistema prioritario en Suramérica para su conservación. Los picos Colón y Bolívar también se pueden observar desde el puente del Río Palomino, sobre todo en las horas del amanecer cuando se disfruta de una vista clara y sorprendente, pero la ruta ideal sería visitando la cuenca del Río Don Diego desde la unión con su afluente: el Don Dieguito, hasta su desembocadura. Recorrido que cuenta con gran variedad de aves, micos, iguanas y babillas.

Dado que el interés por este destino se ha desarrollado mucho recientemente, existe una oferta considerable de alojamientos en la zona. Eco hoteles, fincas eco turísticas y cabañas sobre la playa o en las riberas de los ríos, han abierto sus puertas con tarifas que se ajustan a todos los presupuestos. Se caracterizan por extraordinaria infraestructura, servicio personalizado y un respeto total por el medio ambiente.

Un Paraíso Ecológico

El corregimiento de Minca es un pequeño poblado de quinientos habitantes enclavado en las estribaciones de la Sierra Nevada y perdido entre la frondosa vegetación. Está situado a 14 kilóme¬tros de Santa Marta y se recorre en carro durante 25 minutos. Las aguas cristalinas del Río Minca y su inmensa vegetación verde, protegen la riqueza arqueológica de los antepasados. Este increíble escenario sirvió como hábitat de la cultura Tayrona.
Minca cuenta con muchos sitios de alojamiento incluyendo ecohabs, además de ser un rincón de pintores, escultores y artesanos. Así mismo se puede encontrar una amplia gama de restaurantes de comida colombiana e internacional.

Bienvenidos al Parque Tayrona

Entre los atractivos más conocidos del Parque se encuentran Quebrada Valencia y Ciudad Perdida. Esta zona está llena de lugares magníficos por descubrir. Nuevas rutas de senderismo hacia quebradas, cascadas o ríos ideales para un paseo en bote, avistamiento de aves, reservas arqueológicas, plantaciones de flores exóticas y comunidades indígenas.

Uno de los recorridos obligados es la caminata ecológica desde el Parque Tayrona, donde existen zonas de camping, hasta el Cabo San Juan, que también tiene un espacio reservado para acampar.

No se recomienda bañarse en el mar durante el trayecto hasta no haber llegado a La Piscina, una barrera natural de corales, o hasta el cabo San Juan donde el oleaje es más calmado.

Existen dos destinos altamente recomendados para los amantes del sol y el mar: Playa Cristal y Bahía Chengue. Para poder disfrutar de estas paradisíacas playas, la ruta se debe tomar por Neguaje, que es la bahía más grande del parque Tayrona ubicada a 45 minutos del centro de Santa Marta. Playa Cristal es considera¬da como una de las zonas de mayor importancia ecológica del Caribe colombiano con aguas cristalinas, arenas blancas y hermosos arrecifes coralinos ideales para la práctica de snorkelling.

Chengue es una bella y solitaria playa situada en el sector de bosque seco tropical. Su vieja salina y su ciénaga llena de vida son ideales para el avistamiento de aves.

Adicionalmente, Santa Marta ofrece a los bañistas muchas playas al¬ternativas: las tranquilas aguas de la Bahía, donde estan el Morro, el Rodadero, Playa Salguero, Casa Grande, Cinto, Wacha¬kyta, Bonito Gordo, Inca Inca, Playa Blanca, Playa del Muerto y Bello Horizonte.

Si la idea es obtener un bronceado que perdure por varios meses, el abanico de opciones que brinda la ciudad para disfrutar del mar y del sol es increíble.

Un pueblo de pescadores

Ubicado a solo quince minutos de Santa Marta se encuentra otro corregimiento llamado Taganga. Este agradable pueblo de pescadores se ha convertido en el punto de encuentro de muchos excursionistas extranjeros, a tal punto que en sus calles se escucha hablar inglés, francés y alemán con mucha frecuencia. Constituye una de las más importantes estaciones de buceo del Cari¬be colombiano, pues ofrece cerca de treinta lugares para llevar a cabo esta actividad, la mayoría localizados en el parque Tayrona en un sector conocido como La Aguja. Además, es un rincón de artistas y artesanos por excelencia que brinda a sus visitantes la oportunidad de descansar en simpáticos hostales como La Casa de Felipe, hasta hoteles tradicionales como La Ballena Azul.

Los pobladores de Taganga viven básicamente de la pesca artesanal, la cual está organizada por clanes o familias. Cuenta con restaurantes típicos, otros de comida internacional, así como agradables cafés y bares con la mejor selección de música colombiana y del mundo.

Un baño de historia

Quienes aman la historia podrían comenzar por un city tour a pie en el centro histórico de Santa Marta, de calles angostas y casas enormes. El centro es romántico y conserva un estilo colonial. Destacan la Catedral, el Convento Santo Domingo, el Museo del Oro Tayrona, la Casa de la Aduana, el Claustro San Juan de Nepomuceno, la Casa Madame Agustín, el Parque de los Novios, La Iglesia de San Francisco, el Parque Simón Bolívar, la Gobernación del Magdalena y la Alcaldía Distrital.

Muy cerca de estas edificaciones está la carrera primera y su pintoresco camellón desde donde se puede observar un atardecer frente a la bahía y combinarlo con un corto recorrido por la marina internacional.

Las opciones culinarias hacen parte del atractivo de la ciudad pues existen desde los restaurantes típicos tradicionales como el Panamerican, hasta lugares franceses como el Basilea. Comida tailandesa, japonesa, italiana, de fusión, criolla o mediterránea también dicen presente, al igual que interesantes cafés literarios como La Canoa.

A cinco kilómetros del centro, en el corregimiento de Mamatoco, está la Quinta de San Pedro Alejandrino, hacienda que fue prestada para hospedar al Libertador Simón Bolívar hasta sus últimos días y donde se encuentra el Museo de Arte Bolivariano. Finalmente, para cerrar con broche de oro el tour por la ciudad, un recorrido por el barrio Pescaito donde nació el reconocido jugador de futbol Carlos "El Pibe" Valderrama, con una parada en la tradicional cancha La Castellana semillero de futbolistas.

Para rematar, una parada en la estatua de "El Pibe" ubicada a la entrada del estadio Eduardo Santos.

Compartir

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More