Santa Marta DTCH

.

martes, 16 de diciembre de 2014

Últimos días de Bolívar


Derrotado moralmente, Bolívar llega a Santa Marta el 1 de diciembre de 1830. Había decidido viajar a Europa. Dejaba atrás un lúgubre panorama, producto -fundamentalmente- de la acción separatista de los distritos de Venezuela y el Sur, en abierta lucha contra su proyecto integracionista.

La oposición más radical a tal proyecto la dirigía Estados Unidos. País que consideraba que el éxito del mismo significaría el nacimiento de un nuevo y férreo poder americano, capaz de contraponer a sus planes expansionistas.

El 28 de enero de aquel año había donado su casa, la Quinta de Bolívar, a su amigo José Antonio Paris y liquidado sus pocas pertenencias. El 1 de marzo entregó el poder interinamente. “Hoy he dejado de gobernar… En el momento en que mi carrera política llega a su fin…os pido, os reclamo en nombre de la Gran Colombia, que permanezcáis unidos”. El 29 de abril exclamó: “¡Colombianos!... Si mi muerte contribuye a que cesen los partidos y se consolide la unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro”. En ese mismo día el Congreso Constituyente expide una Constitución que no es aceptada por Venezuela. El 4 de mayo, en reemplazo del Libertador, el Congreso Constituyente de Colombia eligió por unanimidad a Joaquín Mosquera, adepto al general Santander. Y como si fuera poco, su patria se había separado de la Gran Colombia.El 10 de diciembre pronunció su última proclama: “Yo bajaré tranquilo al sepulcro. Si al sepulcro… es lo que me han proporcionado mis conciudadanos… pero los perdono. Ojalá yo pudiera llevar conmigo el consuelo de que permanezcan unidos”.

El 17 de diciembre, a la una y siete minutos de la tarde, se apagó la vida del Padre de la Patria.

Compartir

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More