La llama olímpica conmemora el robo del fuego de los dioses por parte de Prometeo y su posterior entrega a la humanidad. Ese es el símbolo más significativo de los Juegos Olímpicos. La llama bolivariana no tiene significado alguno, pero se basa en la misma historia, es un símbolo de las justas que realizan los países que fueron liberados por Simón Bolívar. En 2017 es la primera vez que se realizan en Santa Marta y contó con la particularidad de que el fuego se prendió en la casa en la que nació el libertador y llegó a la casa en la que falleció. Hoy se encendió oficialmente y las justas fueron inauguradas.
Santa Marta fue una fiesta y nadie quiso perdérsela. Miles de aficionados se unieron en el nuevo estadio de fútbol en Bureche, que dio un abrebocas de lo que será la edición 18 de los Juegos Bolivarianos. La organización presentó la ciudad y resaltó lo más significativo del departamento en la inauguración de las justas. Lo hizo con un recorrido por las tradiciones de los pueblos indígenas de la Sierra Nevada, demostrando el respeto que tienen hacia los llamados hermanos mayores, y con un homenaje a Gabriel García Márquez por su obra Cien Años de Soledad, con una puesta en escena de algunos fragmentos del libro.
Los samarios fueron una sola voz. Gritaron, festejaron cada segundo de la inauguración de estas justas, que les dejó 12 nuevos escenarios deportivos. Incluso se tomaron el tiempo para vitorear al alcalde de la ciudad, Rafael Martínez, quien fue una de las personas claves para que la capital del Magdalena le respondiera al país y a la organización bolivariana, Odebo. Al mandatario se unieron personajes como Clara Luz Roldán, directora de Coldeportes, y el exalcalde de la ciudad, Carlos Caicedo, para lograr hacer realidad el sueño de ser el epicentro de las justas.
Pero no todo fue color de rosa. La carrera contra el reloj en la que fueron construidos los escenarios en la zona de Bureche, tiene al estadio de fútbol 80% finalizado. Aún le faltan la tribuna occidental y los alrededores. La calle principal para llegar al escenario está sin pavimentar. Debido a las fuertes lluvias que en los últimos días han caído sobre la capital del Magdalena el lodo y los charcos complicaron la llegada de los 10.000 asistentes. Además, se sumó que la policía no realizó los cordones de seguridad necesarios para evitar que en el sector se reuniera tanta gente.
“No deberían permitir que la gente sin boleta llegara hasta aquí. Esto es una falta de respeto con los espectadores”, señaló indignada una asistente al estadio de fútbol mientras esperaba en la fila. Su molestia la compartió mucha gente, que también se quejó de la mala organización. La cantidad de carros agrupados y la falta de señalización dificultó el ingreso al escenario. No obstante, las 10.000 personas que al final coparon las tribunas del nuevo escenario, terminaron disfrutando de la presentación.
“Hace 18 meses aquí solo había tierra y lodo”, dijo en su discurso de presentación el presidente de la Organización deportiva bolivariana (Odebo), Daniel Carrera. El mandatario resaltó los avances de infraestructura de Santa Marta en los últimos 12 meses. La ciudad pasó de tener nada a mejorar su red vial, colegios y estadios. La organización de las justas se convirtió en el impulso que necesitaba la capital del Magdalena para cambiar su cara. Salió del olvido en el que estaba. “Sin tener nada, la Odebo nos apoyó y les estamos respondiendo”, resaltó el alcalde Rafael Martínez.
Quedaron en pie 12 escenarios en los que a partir del sábado se están llevando competencias, que irán hasta el próximo 25 de noviembre. La llama bolivariana ya encendió el pebetero en el estadio de Bureche. Se inician unas justas, a las que le pusieron muchas dudas, pero que hoy reúne a más de 4,000 deportistas, que buscan iniciar con buen pie su largo camino hacia Tokio 2020. “Declaro inaugurados los juegos”, afirmó Clara Luz Roldán, quien fue la voz oficial del estado en esta inauguración a falta del presidente.