Santa Marta DTCH

.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Santa Marta se unió alrededor del sueño bolivariano. “Sí se puede”, fue la proclama



Cuando el alcalde de Santa Marta, Carlos Eduardo Caicedo Omar, en el aeropuerto Simón Bolívar recibió la antorcha olímpica bolivariana de manos de Ciro Solano Hurtado, primer Vicepresidente del Comité Olímpico Colombiano, hizo un esfuerzo por no permitir que las lágrimas dejaran la evidencia de su emoción, por el momento vivido.

“Señor alcalde, dijo Ciro Solano, a nombre del Comité Olímpico Colombiano, le entrego la antorcha bolivariana, el fuego sagrado que simboliza la esencia de los Juegos Bolivarianos, para que la comparta con su pueblo y sienta que está cerca la coronación de su sueño”.

Eran las 10:00 AM., de este soleado sábado 9 de noviembre. La caravana estaba a punto de salir del Aeropuerto Simón Bolívar con la antorcha bolivariana, que había llegado procedente de Caracas, Venezuela, en donde el día anterior se había encendido, para dar comienzo al recorrido, que concluirá en Trujillo, Perú, el próximo viernes 16 de noviembre, cuando sean inaugurados los XVII Juegos Deportivos Bolivarianos.

Caicedo Omar, un fogoso abogado samario de 45 años de edad, de inmediato le entregó la antorcha bolivariana a Paulo César Villar, actualmente, el más representativo deportista olímpico de esta región, quien la compartió con la máxima gloria del atletismo de largo aliento de Colombia, el antioqueño Álvaro Mejía Flórez, con quien comenzó a correr con la antorcha a buen paso, como si quisiera que el sueño del alcalde y de los samarios fuera una realidad, lo más pronto posible.

Y comenzó una ceremonia en la cual participaron casi medio millón de samarios, y que tendría como protagonistas al alcalde Caicedo Omar, a sus más cercanos colaboradores, a los representantes del Comité Olímpico Colombiano y los delegados de los comités olímpicos de los países bolivarianos, que habían llegado a Santa Marta acompañando el fuego bolivariano.

Representaron al COC: Baltazar Medina, presidente; Ciro Solano Hurtado, primer Vicepresidente; Miryam Leonor Suárez, vocal, y Juan Fernando Mejía, vocal y jefe de Misión de Colombia a los XVII Juegos Bolivarianos Trujillo 2013; Hélder Navarro Carriazo y Armando Farfán Peña, fiscales principal y suplente, respectivamente; el General Manuel José Bonnett Locarno, ex Presidente de la Academia Olímpica Colombiana, y el periodista Alberto Galvis Ramírez, director de Comunicaciones del COC. También hizo acto de presencia, el periodista Héctor Palau Saldarriaga, de RCN Radio, medio aliado del Comité Olímpico Colombiano.

Inicialmente, Luis Alberto Santa Cruz, Director de la Mesa Ejecutiva del Comité Olímpico de Chile; Jorge Delgado Panchano, Vicepresidente del Comité Olímpico de Ecuador; Ukles Cornejo Bustos, Secretario Ejecutivo de la Organización Deportiva Bolivariana, Odebo; Camilo Amado, Presidente del Comité Olímpico de Panamá; Méliton Sánchez, representante del Comité Olímpico Internacional, y Ricardo Sasso, delegado del Comité Olímpico de Panamá empezaron a rodar en varios vehículos, por la carretera que une al aeropuerto con Santa Marta, posiblemente sin mayores expectativas. Habían estado presentes en ceremonias similares del fuego bolivariano y tal vez pensaban encontrar lo mismo: gente alrededor de la vía que saludaba formalmente el paso de la caravana y una que otra sorpresa, hasta el final del recorrido.

Encontraron lo mismo, pero multiplicado de una manera desmesurada: mucha gente, quizá 400.000 personas enloquecidas que gritaban “Si se puede… Si se puede”, “Santa Marta es bolivariana”, “bienvenidos hermanos bolivarianos” y muchas proclamas más, además de las naturales expresiones de los costeños del Caribe, dueños de la más grande espontaneidad de Colombia.

La antorcha portada por Villar y Mejía y por decenas de atletas de la región fue avanzando a lo largo de los 15 kilómetros programados. A su paso por las distintas estaciones, antes de llegar a la Quinta de San Pedro Alejandrino, oleadas de banderas, pancartas y, especialmente, un desbordado entusiasmo Caribe, como si la ciudad hubiera salido de un encierro de muchos siglos, dejaron boquiabiertos a los delegados de los países bolivarianos, que rodaban en los vehículos destinados a su transporte, y entendieron que algo, tal vez mucho, era diferente a lo que habían visto en sus largas carreras en el deporte. Hasta Simón Bolívar se les apareció de pronto a la vera del camino, representado por un joven vestido como solía hacerlo el Libertador.

Muy sorprendidos, los delegados bolivarianos llegaron a la meta de la primera estación, sin saber lo que aún les esperaba.

A la entrada a la Quinta de San Pedro Alejandrino, Paulo César Villar y Álvaro Mejía volvieron a encontrarse con el alcalde Carlos Caicedo Omar, para entregarle el testimonio ardiente de ese sueño. Otra vez, el burgomaestre reprimió las lágrimas y aguantó sereno, hasta el ingreso al mítico lugar.

Adentro, las sorpresas fueron creciendo. La organización de la ceremonia había puesto un tapete rojo que simulaba una pista atlética de 50 metros, para ingresar al monumento al Libertador Simón Bolívar. En la línea de partida se ubicaron: al frente, Ciro Solano Hurtado, primer Vicepresidente del Comité Olímpico Colombiano; Ukles Cornejo Bustos, Secretario Ejecutivo de la Organización Deportiva Bolivariana, Odebo, y Carlos Eduardo Caicedo Omar, alcalde líder de proyecto, y detrás de ellos, los representantes de los países bolivianos presentes, quienes caminaron hacia un arco que decía “La sede de los Juegos es nuestra meta”.

Acto seguido comenzó la ofrenda al monumento al Libertador Simón Bolívar, por parte de Caicedo, Solano y Cornejo, seguidos por los demás visitantes, quienes caminaron con una corona de laurel, que depositaron en el interior del mausoleo, que recuerda la gesta del Padre de la Patria, en las seis naciones bolivarianas.

Luego, los presentes se dirigieron a los palcos dispuestos para el siguiente punto: el intercambio de banderas de Colombia con cada uno de los países bolivarianos presentes, punto del orden que resultó solemne y emotivo, y que contó con la presencia de niños samarios.

Luego, el alcalde de Santa Marta fue llamando uno a uno a los delegados de los países bolivarianos presentes, para entregarles las llaves de la ciudad, como un gesto de bienvenida y una expresión de calidez y fraternidad, que los homenajeados recibieron con especial alegría.

“Esto empezó como un gran sueño”
Acto seguido intervino el alcalde de Santa Marta, Carlos Eduardo Caicedo Omar, quien empezó su intervención con palabras formales de bienvenida y, poco a poco, especialmente cuando recordó cómo comenzó todo, el tono de su discurso fue aumentando.

“Todo esto empezó con un gran sueño, y como gran sueño, muy difícil de coronar, y eso lo hizo para nosotros, mucho más atractivo. Pocos siguieron este sueño y a quienes sí lo hicieron va nuestra gratitud, ahora que estamos cerca de la meta.

“Sin embargo, así Venezuela hubiese expresado oficialmente su decisión de declinar la candidatura para los XVIII Juegos Bolivarianos, nosotros seguimos adelante trabajando, como si el rival fuera tan difícil como era Ciudad Bolívar, porque creemos que debemos convencerlos a ustedes, compañeros de los países bolivarianos hermanos.

“Si recibimos su aprobación, señores representantes de los países miembros de la Odebo, quiero que estén muy seguros de que su decisión es la más acertada, porque, si bien es cierto, que tenemos un arduo trabajo que realizar, es más cierto aún que nos sobran los apoyos y la voluntad popular, como ustedes pudieron apreciarlo en el recorrido que acaban de hacer.

“Aprovecho para agradecer al Comité Olímpico Colombiano por el apoyo y el acompañamiento brindado a Santa Marta, que ha sido definitivo para la consolidación de nuestro sueño. Al señor Presidente de la República, doctor Juan Manuel Santos, porque su carta de compromiso con los Juegos es la garantía de la presencia del Estado en la construcción de las obras que necesitamos. También, al pueblo samario por su entusiasmo alrededor de la candidatura, lo que garantiza su presencia en el certamen. Todo esto me da pie para esperar el apoyo de los delegados que asistirán a la asamblea de la Odebo, que sesionará en Trujillo, Perú, el 15 del corriente, para prepararnos como debe ser, para recibir a la familia bolivariana, durante los XVIII Juegos, en el año 2017”.

Luego de una rueda de prensa a la cual asistieron decenas de comunicadores locales, de la región Caribe y del país, terminó la jornada matutina.

En la tarde, a las actividades se unió el director de Coldeportes, Andrés Botero Philipsbourne, quien visitó con los delegados el lote destinado a ser la Villa Olímpica de esos Juegos, en las afueras de la ciudad y estuvo presente en la penúltima etapa del tránsito del fuego bolivariano, de la Quinta de San Pedro Alejandrino, a la Plaza de Bolívar, de Santa Marta, para los actos especiales que darían punto final al programa.

En la noche, el cierre de la jornada fue más espectacular aún. En la Plaza de Bolívar se encendió un gigantesco pebetero, durante un programa que incluyó actos de música regional e internacional, un video y unos efectos especiales, que dieron a la noche un sello mágico, presenciado por miles de personas reunidas en el lugar.

Los delegados de los países participantes regresaron a sus casas este domingo, aún impactados por lo que vieron en esta especial jornada y con la expectativa de recibir el informe de la comisión evaluadora, que será rendido a la asamblea general ordinaria de la Odebo, el próximo 15 de noviembre, para poder tomar la decisión final.

“Sí se puede”, proclama gritada sin descanso por los samarios durante todo el día, retumbará en sus oídos y sus corazones al regreso a casa.

Compartir

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More