De acuerdo a lo expuesto por el arqueólogo Lázaro Miguel Cotes, se encontraron 9.407 fragmentos, 29 elementos líticos, 56 cuentas de collar y 10 vasijas, elementos estos que están en calidad de depósito y custodia en el Museo de Antropología de la Universidad del Atlántico.
La investigación adelantada arroja evidencias culturales de la existencia de una comunidad que hábito el sector del litoral, dedicada a la recolección de productos marinos, en lo correspondiente a los periodos de cosechas de chipichipis, almejas, ostras. Los sitios arqueológicos intervenidos demuestran que eran aldeas nómadas que se establecían temporalmente en la zona.
La cerámica hallada está deteriorada en su mayoría, esto por el efecto de la antigua agricultura que se practicaba en la Hacienda Papare y por la guaquería de que fue objeto el territorio en la década de los 70 hasta el 2008. La cerámica desenterrada fue totalmente de uso domestico. No existe evidencia de que el sitio aludido haya sido lugar de pagamentos de las comunidades que lo habitaron.
De acuerdo a lo expresado por el arqueólogo, el Estado colombiano resguarda sitios como el referido, para que se den procesos de investigación arqueológica, se requiere permiso especial del Instituto Colombiano de Antropología.
La investigación, que comenzó en el 2008 con la solicitud de licencias para realizar las intervenciones en la zona, se llevó a cabo con estudios de protección arqueológica, análisis de Georadar, una especie de radiografía que se le hace al terreno objeto de la investigación, excavaciones arqueológicas y posteriormente un trabajo de laboratorio con las evidencias arqueológicas encontradas.
Los hallazgos son el resultado de una investigación que duró 4 años desde el 2012, año en que fue declarada la zona de playa de Papare como zona de interés portuario.
La investigación adelantada arroja evidencias culturales de la existencia de una comunidad que hábito el sector del litoral, dedicada a la recolección de productos marinos, en lo correspondiente a los periodos de cosechas de chipichipis, almejas, ostras. Los sitios arqueológicos intervenidos demuestran que eran aldeas nómadas que se establecían temporalmente en la zona.
La cerámica hallada está deteriorada en su mayoría, esto por el efecto de la antigua agricultura que se practicaba en la Hacienda Papare y por la guaquería de que fue objeto el territorio en la década de los 70 hasta el 2008. La cerámica desenterrada fue totalmente de uso domestico. No existe evidencia de que el sitio aludido haya sido lugar de pagamentos de las comunidades que lo habitaron.
De acuerdo a lo expresado por el arqueólogo, el Estado colombiano resguarda sitios como el referido, para que se den procesos de investigación arqueológica, se requiere permiso especial del Instituto Colombiano de Antropología.
La investigación, que comenzó en el 2008 con la solicitud de licencias para realizar las intervenciones en la zona, se llevó a cabo con estudios de protección arqueológica, análisis de Georadar, una especie de radiografía que se le hace al terreno objeto de la investigación, excavaciones arqueológicas y posteriormente un trabajo de laboratorio con las evidencias arqueológicas encontradas.
Los hallazgos son el resultado de una investigación que duró 4 años desde el 2012, año en que fue declarada la zona de playa de Papare como zona de interés portuario.
