De noche una luz resplandeciente hace que desprevenidos conductores y transeúntes se fijen en su estructura, y ni que decir cuando es de día.
Casa de Isabella es un hotel boutique ubicado en el Centro Histórico de Santa Marta que seduce y encanta por su arquitectura colonial, que aún restaurada logra transmitir historia.
“La arquitectura de Casa de Isabella es la simbiosis perfecta entre la forma de vivir de las casas tradicionales de la Costa colombiana y lo más moderno de una vida de máximo confort”, dice su propietario Brian Sutcliffe.
Al entrar un refrescante y amplio pasillo te invita a disfrutar de una casa restaurada que te lleva a un patio interno tradicional donde la brisa fresca se siente con el vaivén de las hojas de un árbol de tamarindo. Convirtiéndose este en la insignia del lugar. Tiene más de 250 años.
Detalles de la edificación, como los objetos decorativos que la rodean, testifican la esencia colonial.
Los huéspedes, en su mayoría extranjeros, logran disfrutar en cualquier época del año de un hotel boutique donde la tranquilidad y la intimidad son lo primordial.
Es por eso que quien allí duerme desea regresar para seguir disfrutando de los placeres de la vida que ofrece este lugar valioso, que refleja la magia de la histórica Santa Marta.
Cabe destacar que las baldosas son réplicas exactas de los originales azulejos italianos de la época republicana. Hasta sus pisos tienen la magia del pasar de los años, del paso de los días.
“Las baldosas fueron hechas a mano en Barranquilla, una por una, utilizando el antiguo método de coloración de cemento por los calificados artesanos colombianos”, explica Sutcliffe.
En Casa de Isabella también te encuentras con verdaderas obras artísticas. Una de ellas corresponde al retrato de una bella mujer en un panel rígido. “La pintura es muy agradable. No es perfecta, pero tiene mucho carácter, convirtiéndola en una agradable presentación”. Este cuadro y otros existen desde finales del siglo XIX.
Este hotel lleva el nombre de la hija de Sutcliffe, un extranjero que llegó de visita a este país con su familia, y luego de conocer Santa Marta se enamoró de la ciudad que goza de la magia de tenerlo todo. “Casa de Isabella es un proyecto, pero en realidad es más una obra de arte”, recalca.
Agrega que para su restauración utilizaron madera Nazareno, con el fin de ofrecer a los huéspedes un lugar que cumpla con todos los estándares internacionales, que ofrezca las comodidades que busca el viajero que llega a la capital del Magdalena.
La finca Villa María. Casa de Isabella cuenta con una finca en la Sierra Nevada, a tres kilómetros de la entrada principal del Parque Tayrona. Es ideal para los huéspedes que quieren entrar en contacto con la naturaleza.
La finca Villa María tiene una vista espectacular que te ayuda a relajar, a mirar la inmensidad del mar del Caribe colombiano, al tiempo que gozas de la comodidad y confort, pero alejado del trajín de la urbe.
