La Zona Franca Tayrona viene proponiéndole a Ferrocarriles del Norte de Colombia (Fenoco), el concesionario que opera la línea férrea entre Chiriguaná y Santa Marta, que permita la construcción de una conexión férrea entre la troncal principal y el interior de dicha zona.
Con la construcción de este desvío se haría también un ‘apartadero’ o parqueadero para los trenes, en predios de la Zona Franca Tayrona.
La propuesta la viene trabajando desde hace dos años la gerente general de la zona franca, Yudy Uribe Berrío, y se la presentó a Fenoco. También la puso en conocimiento de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI).
En concepto de Uribe, con un acceso a la línea férrea y paso de los trenes a la zona franca se aprovecharía los ‘tiempos muertos’ que tiene el corredor férreo y se aumentarían las ventajas del transporte de carga por esta vía.
La propuesta incluye el desarrollo de un proyecto de diseño, construcción del ‘apartadero’ con conexión a la red férrea del Atlántico, pero con desvío dentro de los predios de la zona franca.
La Zona Franca Tayrona, el operador de la zona franca de Santa Marta, cubre 100 hectáreas y está ubicada a 12 kilómetros del aeropuerto Simón Bolívar de esta ciudad.
El corredor férreo pasa bordeando todo un lado de la citada zona. “La línea férrea está construida, solo sería hacer el ‘apartadero’ donde entren y salgan los trenes con la carga, durante los tiempos que Fenoco no utilice el corredor para sus operaciones”, expresó Uribe.
Para la gerente de la zona franca, son más las ventajas que ofrece la extensión de la infraestructura férrea, que las desventajas que pueda traer el proyecto.
Este favorecería a los puertos como el de la Sociedad Portuaria de Santa Marta y a otros terminales de esta región que, paradójicamente, pese a tener una línea férrea construida en su territorio, no pueden usarla para mover la carga por este medio.
El ‘apartadero’ y la conexión ferroviaria los financiarían la Zona Franca Tayrona, pero su construcción la haría Fenoco, operador experto en estas infraestructuras.
Tan solo los diseños de la línea de desvío y el ‘apartadero’ costaría unos 500 millones de pesos.
La ANI, a través de la gerencia de Proyectos Portuarios y Férreos, viene estudiando el proyecto, para emitir su concepto sobre la viabilidad o no de la propuesta. También viene analizando qué operador autorizado podría mover nuevas cargas por ese corredor férreo.
Fuente: EL TIEMPO