Santa Marta DTCH

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domingo, 27 de julio de 2014

Teresa Sánchez, una artista samaria



La artista Teresa Sánchez es una de las pocas escultoras activas actualmente en Colombia. Nacida en Santa Marta, vive y trabaja en Bogotá utilizando como medio de expresión la madera. Su proceso creativo parte de la geometría para lograr una abstracción que no del todo alcanza a desconocer que su esencia está en lo natural. Doblemente en lo natural: tanto sus formas como el material. En su trabajo la línea se transforma y alcanza formas sensuales, rítmicas, volumétricas, aterciopeladas, finas, exquisitas gracias a un oficio y un alto nivel de exigencia.

La obra de Teresa Sánchez ha sido expuesta en Colombia y en otros países de América Latina. Para esta ocasión en Montería, el Museo Zenú de Arte Contemporáneo (Muzac), seleccionó algunas de sus piezas emblemáticas como Río y Espinas. También, estarán para el público esculturas e instalaciones que la artista ha desarrollado durante su trayectoria: Cascada, Péndola, Semilla, Bastones, y otras. Hay una unidad en toda su obra que oscila entre la armonía y el equilibrio. En algún momento, la artista dijo que precisamente su obra es lo más opuesto que hay al país en que ella vive.

Al respecto, el pintor Cristo Hoyos, miembro del Muzac y quien instaló la exposición, dijo que Teresa Sánchez tiene razón. "No todos los artistas tenemos que referirnos de manera explícita a través de nuestras obras sobre la compleja situación de nuestra sociedad, y este es el motivo por el cual Muzac, haciendo énfasis en su misión, nos presenta una obra que es totalmente racional, de control y rigor, honesta y limpia, que nos exhorta a que de esa manera deberíamos construirnos a nosotros mismos. Conserva Teresa, cuando prescinde del color, esa convicción honesta de mostrar el material en su textura y en su tonalidad. Así mismo, a pesar de su proceso intelectual y creativo, nos deja en evidencia la grandeza de lo natural. Considero a Teresa una artista única en el Caribe colombiano, tanto por su obra como por su proceso, que acercándose con austeridad a lo minimal, deja ver esa esencia de nuestra condición en lo rítmico y en lo sensual", dijo el maestro Cristo Hoyos.

El historiador, investigador y crítico Germán Rubiano Caballero, expresa que Teresa Sánchez con esta exhibición confirma que está en la madurez de su producción. "Sus esculturas abstractas mantienen el contacto con el mundo real, especialmente con las formas naturales, y dejan ver, como de costumbre, una elaboración disciplinada y racional, aunque nunca carente de una fina sensibilidad", dice.

La curadora Ana María Lozano manifiesta: "Con esta muestra, Teresa Sánchez parece incrementar un grado más su capacidad de síntesis, de eliminación de lo accesorio o lo prescindible. Las obras, marcadamente verticales o drásticamente horizontales, se definen como dibujo, como grafismo que señala la pared, el piso, aquello que se conforma como lo otro de la obra. Las obras, altamente lineales, casi caligráficas, como signos inquietantes habitan las paredes y el piso. Cada una de las piezas que compone la exhibición defiende con austeridad su corporeidad, su capacidad de emitir significados sutiles, desenvolviéndose en una materialización nerviosa, asimétrica e impredecible".

Para el crítico Eduardo Serrano, los trabajos de Sánchez también acusan reflexiones de distinto orden en cuanto a técnica y construcción. Dice que algunos de esos trabajos son de una sola pieza que pueden incluir varios elementos, y que otros están conformados por varias piezas independientes que pueden ser similares o diferentes entre sí. "Podría decirse —explica Serrano— que en algunos casos se trata de esculturas que posibilitan su presentación en pedestales, en tanto que en otras ocasiones se trata de instalaciones que se distribuyen con un sentido determinado sobre la pared o sobre el suelo. En todas sus obras, sin embargo, hay una peculiar lógica, una definida consideración formal y unos propósitos visuales tan compenetrados, que sería absurdo enfocarlas separadamente. Todos sus trabajos además manifiestan una singular elegancia, un cierto regodeo en la perfección y un grado de exquisitez y de armonía en cuya consecución contribuyen, tanto su rigor formal, como la manera pulida y delicada con que se elaboran cada una de sus partes, la precisión de su ubicación y la pulcritud de su ensamblaje. Es decir, si bien formalmente la producción de Teresa Sánchez alude a la naturaleza y en particular a la naturaleza de su nativa Costa Atlántica, en la concepción y ejecución su trabajo reitera en primer término la importancia de la estética —entendida como orden, cadencia, equilibrio y sugerencias— en su definición del arte".

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