Santa Marta DTCH

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jueves, 3 de diciembre de 2015

LA INDUSTRIA BANANERA EN EL MAGDALENA


La actividad bananera generó una dinámica económica significativa durante varias décadas en el departamento del Magdalena, pero, por diferentes fenómenos, no pudo convertirse en motor del desarrollo económico regional como lo fue la actividad cafetera en varios departamentos de Colombia. La importancia del banano, a diferencia de otras experiencias exportadoras de la época,fue que transformó la economía de esta zona del Magdalena desde la última década del siglo XIX. El banano fue el primer producto que atrajo inversión extranjera de alguna consideración para el Magdalena, lo que permitió un crecimiento de las exportaciones alargo plazo. El banano fue para el Magdalena, el primer generador de divisas de manera continua, después de varias frustraciones exportadoras con el tabaco, la quina y el añil.En la década de 1880 irrumpió el cultivo que cambiaría la historia agrícola de Ciénaga y del departamento del Magdalena. El primer cultivo de banano en el Magdalena lo inició el empresario samario José Manuel González Bermúdez, comerciante y agricultor, 

desde el año 1885, con semillas de la variedad Gross Michel traídas de Panamá, quien en 1887 se asoció con el colombiano Santiago Pérez Triana, residente en Nueva York. En 1889 se exportó a Nueva York la primera fruta disponible con grandes contratiempos por el transporte marítimo inadecuado.El cultivo de banano no requería una tecnología avanzada, sólo tierras planas y abundante agua, y estas condiciones se cumplían en la zona al sur de Ciénaga,enmarcada entre las estribaciones de la Sierra Nevada y la Ciénaga Grande. Estos empresarios hicieron la primera exportación de banano en marzo de 1891, en una cantidad de 1.500 racimos.El primer tropiezo que se encontró fue la falta de experiencia en el transporte y almacenamiento del banano. Esto originó que la fruta de los primeros embarques llegara dañada al mercado norteamericano. Los problemas del transporte del banano ocasionaron el fracaso comercial de varios empresarios agrícolas de la región, que habían arriesgado su capital en un nuevo producto de exportación, fue entonces cuando los cultivadores nacionales de la fruta comenzaron a entender el gran desarrollo técnico que requiere la producción, exportación y venta de banano.En 1892 algunas de las propiedades de la familia pasaron a poder de la firma norteamericana J. Sanders, la que a su vez las vendió a la empresa inglesa Colombian Land Company, de amplia experiencia en explotaciones bananeras en las islas del Caribe. Esta firma inglesa fue una de las primeras empresas extrajeras en establecerse en la zona, al igual que la francesa Immobilière. La Colombian Land Co. En 1893 José Manuel González vendió a la Colombia Land Co. un globo de terreno superior a 3.300 hectáreas, por valor de diez mil pesos oro. El comprador fue William Cooperthwaite, apoderado de la empresa inglesa Colombian Land Co. 

En 1893 José Manuel González vendió a la Colombia Land Co. un globo de terreno superior a 3.300 hectáreas, por valor de diez mil pesos oro. El comprador fue William Cooperthwaite, apoderado de la empresa inglesa Colombian Land Co. y a su vez gerente de la Santa Marta Railway Co., quienes para 1894 tenían 520 hectáreas cultivadas en banano. 

A pesar de la iniciativa empresarial local en el cultivo y exportación de banano, la inversión de capital a gran escala sólo se presentó cuando llegaron las empresas extranjeras. Esto confirmaría que los empresarios locales tuvieron la iniciativa empresarial, pero les faltó el capital suficiente para enfrentar el mercado externo.La organización y financiación que estas empresas bananeras le imprimieron al negocio,llevó a que la producción y exportaciones fueran crecientes entre 1891 y 1894, al pasar de74.915 racimos a 298.766.Las perspectivas de la actividad bananera se veían prometedoras para finales de 1894,toda vez que se había adquirido experiencia en la manipulación y transporte de la fruta.Pero el 6 de diciembre de 1894 se presentó un fuerte ciclón que originó inundaciones entre Santa Marta y Ciénaga. Por este fenómeno natural, en 1895 las exportaciones de banano cayeron a 155.845 racimos. Luego, entre 1896 y 1899 las exportaciones pasaron de 335.834 a 485.385 racimos.Como la actividad bananera requería economías de escala para dominar el mercado e incrementar las utilidades, en 1899 las empresas Colombian Land Co., Boston Fruit Co.,Snyder Banana Co., Fruit Dispatch Co. y Tropical Trading and Transport Co. conformaron una nueva empresa bajo la razón social United Fruit Company (UFC), como la firma encargada de concentrar los negocios bananeros en Centroamérica y la cuenca del Caribe, además tenía el monopolio de la construcción del ferrocarril, lo que conllevó al progreso de la zona. Pero en Colombia el negocio no pudo comenzar de inmediato, ya que ese mismo año estalló la Guerra de los Mil Días.La guerra causó que las exportaciones de banano cayeran a menos de 270 mil racimos en 1900 y 1901, pero al lograrse la paz con la firma del tratado de Neerlandia en 1902, las ventas al exterior crecieron de nuevo. Una vez finalizada la guerra, varios militares liberales y conservadores se radicaron en la zona bananera y norte del departamento del Magdalena, dadas las oportunidades que ofrecía la nueva actividad económica. 

Una vez lograda la paz en el territorio nacional, la United Fruit Company se dispuso a desarrollar la zona bananera del Magdalena: impulsó nuevas técnicas de cultivo, así como un amplio sistema de financiacióncolonización bananera avanzaba de norte a sur de la mano de la United Fruit Company, y las carrileras del ferrocarril seguían su curso, hasta llegar a la población de Fundación. Para 1928 empresarios nacionales y extranjeros tenían cultivadas más de 31mil hectáreas de banano, distribuidas en unas 380 haciendas. en tres décadas (1895- 1928), estos terrenos fueron convertidos en el más productivo campo de actividad agrícola de Colombia. 

De acuerdo con algunos autores, en 1925 la empresa tenía contratados de esta forma porlo menos a 25 mil trabajadores de sus plantaciones bananeras, muelles y ferrocarril, ysólo cinco mil estaban registrados como empleados de la empresa. Los trabajadores elevaron varias peticiones a los empresarios bananeros, en especial a la UFC, como elreconocimiento de sus obligaciones de seguridad social, instituir el contrato de trabajocolectivo y el aumento de salarios. En medio de este ambiente de inconformismo y faltade diálogo entre las partes, el 12 de noviembre de 1928 se declaró la huelga en la que participaron cerca de 30 mil trabajadores de las fincas bananeras, quienes paralizaron laslabores de la UFC, estos llegaban masivamente a la estación del ferrocarril de Ciénaga. ElGobierno decidió promulgar el decreto de turbación del orden público en Santa Marta yCiénaga, ante la multitud concentrada, el general Carlos Cortés Vargas ordenó a su tropade soldados andinos disparar, ocasionando un número indeterminado de muertos entrelos manifestantes.

Los episodios de la masacre de las bananeras desprestigiaron el gobierno y fue uno de los hechos decisivos, junto con la gran crisis económica iniciada en 1929, que incidieron para poner fin a la hegemonía que este partido mantuvo en Colombia por más de cuatro décadas. Entre los años 1929 y 1934, la UFC redujo en dos terceras partes la extensión de sus cultivos de banano, lo que generó desempleo en la región bananera y el Magdalena en general. En estos años, al tiempo que la Compañía ampliaba sus tierras y reducía paulatinamente su producción en el Magdalena, fortalecía su negocio bananero en Honduras, país centroamericano donde la mano de obra era más barata y las plantaciones estaban más cerca del mercado norteamericano.

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